APRENDER A
ALIMENTAR Y A PASTOREAR
Por lo tanto, los que sirven a tiempo completo principalmente tienen que hacer estas tres cosas: aprender la verdad, predicar el evangelio y conducir los grupos pequeños. Conducir los grupos pequeños es, de hecho, alimentar a los corderos. En Juan 21 cuando el Señor habló de alimentar a los corderos, Él usó diferentes palabras, para mostrarnos que debemos edificar de manera diferente a las diferentes clases de personas. En el versículo 15 dijo: “Apacienta Mis corderos”; en el versículo 16 dijo: “Pastorea Mis ovejas”, y en el versículo 17 resumió todo, diciendo: “Apacienta Mis ovejas”. La palabra corderos denota corderitos, refiriéndose específicamente a corderos cada uno por separado, mientras que la palabra ovejas denota un rebaño, lo cual se refiere a la iglesia (Jn. 10:14, 16; Hch. 20:28). Alimentar significa brindar a otros el suministro de vida, nutriéndolos con las riquezas de la vida divina; pastorear, por su parte, está relacionado con la edificación. Nosotros pastoreamos a los santos alimentándolos con miras a la edificación de la iglesia (Mt. 16:18; 1 P. 2:2-5). Hoy en día hay muchos corderos en la iglesia. En particular, todos los hermanos y hermanas que no se están reuniendo de forma regular son corderos. Hay también algunos que se han estado reuniendo regularmente durante veinte años, pero no han crecido; éstos son los “corderos viejos”. Todos los hermanos que sirven a tiempo completo deben aprender a pastorear estos corderos, a recobrarlos y a suministrarles la leche de la palabra dada sin engaño para que poco a poco puedan crecer en la vida divina. Luego, aquellos que sirven a tiempo completo deben seguir pastoreándolos hasta que puedan ser edificados para morada de Dios en el espíritu (Ef. 2:22).
(Verdad, la vida, la iglesia y el evangelio las cuatro grandes columnas del recobro del Señor, La, capítulo 8, por Witness Lee)