Verdad, la vida, la iglesia y el evangelio las cuatro grandes columnas del recobro del Señor, La, por Witness Lee

Más extractos de este título...

LA BENDICIÓN QUE SE EXPERIMENTA EN LA IGLESIA

Dios aplasta a Satanás bajo los pies de la iglesia edificada

La Biblia presta mucha atención a la iglesia. Romanos 16 nos dice que había una diaconisa en la iglesia en Cencrea, Febe, que amaba mucho a la iglesia y la servía de forma absoluta (v. 1). Luego, menciona también a una pareja, a Prisca y Aquila, quienes no sabían nada más que la iglesia (v. 3). Dondequiera que ellos estaban, ellos “manejaban” la iglesia. Cuando estuvieron en Roma, ellos “manejaron” la iglesia allí, y cuando se fueron a Éfeso, también “manejaron” la iglesia en ese lugar. ¿Por qué decimos que ellos “manejaron” la iglesia? Porque adondequiera que ellos iban, la iglesia en esa localidad se reunía en su casa. Debido al amor de ellos por la iglesia, Pablo dijo que tanto él como todas las iglesias de los gentiles les daban las gracias (vs. 4-5a). Muchos de los que leen el libro de Romanos nunca han visto que éste libro concluye con las iglesias locales. El último capítulo de Romanos se enfoca en las iglesias locales. Solamente las iglesias locales pueden llevar a cabo el propósito de Dios y acabar con el enemigo de Dios. Así pues, si hubiéramos estado en Cencrea, habríamos tenido que reunirnos con la iglesia en Cencrea, y si hubiéramos estado en Roma, habríamos tenido que reunirnos con la iglesia en Roma. Asimismo, si hubiéramos estado en Éfeso, habríamos tenido que reunirnos con la iglesia en Éfeso. Únicamente en las iglesias locales le proveemos a Dios una base para que aplaste a Satanás bajo nuestros pies. En otras palabras, únicamente estando en la iglesia podemos vencer a Satanás y aplastarlo bajo nuestros pies. Ésta es la revelación que vemos en el libro de Romanos (v. 20).

Recibimos la suministración del Espíritu siete veces intensificado

En Apocalipsis el Señor Jesús le mostró a Juan que debía escribir a las siete iglesias que gracia y paz les serían dadas de parte de los siete Espíritus que están delante de Su trono (1:4). La mayoría de los cristianos ve únicamente al Espíritu, pero al final de la Biblia se nos habla de los siete Espíritus. Estos siete Espíritus son dados en Su totalidad a las iglesias locales. Por consiguiente, si no estamos en una iglesia local y si no permanecemos en una iglesia de una manera clara y concreta, nos perderemos el suministro de los siete Espíritus. En la iglesia local se encuentran los siete Espíritus, esto es, el Espíritu siete veces intensificado, el cual abastece a la iglesia de una manera siete veces intensificada. Por esta razón, debemos ver que dondequiera que estemos, lo que más necesitamos es la iglesia en nuestro lugar y que esta iglesia es la mejor iglesia para nosotros. Nunca debiéramos escoger conforme a nuestros gustos.

(Verdad, la vida, la iglesia y el evangelio las cuatro grandes columnas del recobro del Señor, La, capítulo 9, por Witness Lee)