EL APRENDIZAJE Y SERVICIO POR PARTE
DE LOS QUE SIRVEN A TIEMPO COMPLETO
Algunos de los que han servido en la iglesia por muchos años no saben cómo guiar o ayudar a los hermanos que recién comienzan a servir a tiempo completo a que aprendan las lecciones delante del Señor y sean equipados adecuadamente. Por consiguiente, los tres puntos que mencionaremos a continuación pueden considerarse instrucciones en cuanto a cómo guiar a los jóvenes en su servicio.
Aprender a conocer la verdad
Si una persona joven se gradúa de la universidad y desea aprender a servir a tiempo completo, lo primero que debe aprender es la verdad. Cada mañana, los que sirven a tiempo completo deben dedicar mucho tiempo a aprender la verdad usando la Versión Recobro del Nuevo Testamento con sus notas de pie de página y referencias paralelas, y también valiéndose de los mensajes del Estudio-vida. Si ellos dedican cuatro horas cada mañana para hacer esto, podrán estudiar el Nuevo Testamento una vez en dos años. Esta manera de equiparse es muy necesaria.
Aprender a predicar el evangelio
En segundo lugar, los que sirven a tiempo completo deben aprender a predicar el evangelio. No solamente ellos deben saber cómo predicar el evangelio, sino que además deben ayudar a los santos a que abran sus hogares para la predicación del evangelio, incluso al grado de “obligarlos” a que todos abran sus hogares. Para hacer esto de una manera adecuada se requiere que estos hermanos que sirven a tiempo completo usen sabiduría. Tenemos que encontrar la manera de ayudar a los santos a fin de que abran sus hogares, sin importar si ellos son fuertes, débiles o si han dejado de reunirse por un buen tiempo. Luego, tenemos que ayudarlos a que inviten a sus parientes, vecinos, colegas y compañeros de clase, y también darles orientación en cuanto a cómo predicar el evangelio. Ellos no deben pedirle a los ancianos y colaboradores que vayan y prediquen el evangelio, sino que ellos mismos deben realizar esta labor. Una vez que hablen, serán vitalizados y sentirán interés por proseguir, aprender y ser equipados. La mejor forma de recobrar a los santos, en especial a aquellos que han dejado de reunirse por algún tiempo, es pedirles que prediquen el evangelio a otros. Una vez que hablen, sus corazones fríos serán avivados, y espontáneamente asistirán a las reuniones.
Aprender a tener reuniones de grupo
Tercero, los que sirven a tiempo completo deben aprender a tener reuniones de grupos pequeños. La iglesia debe dividirse en pequeños grupos de ocho a doce santos por grupo. Los hermanos que sirven a tiempo completo deben aprender a dirigir un grupo pequeño. El secreto para ello es que usted no sea quien hace todo; más bien, únicamente debe ayudarlos a formar el grupo. Luego, debe discutir con ellos cómo cuidar de la reunión de grupo y cómo cuidar de los santos. En cuanto al principio de cómo formar los grupos, no se debe agrupar a los santos según su condición espiritual; antes bien, agrúpelos según sus límites geográficos. Por ejemplo, si hay ocho santos que viven en el vecindario de cierto hermano, usted puede decirles que se reúnan juntos para formar un grupo. En cuanto a dónde deben reunirse, ellos podrían rotarse entre los diferentes hogares una vez que hayan decidido entre ellos y llegado a un acuerdo en cuanto a qué secuencia apropiada tener para efectuar la rotación.
Lo mejor es no usar el título “el responsable del grupo”. Tampoco le pida a nadie en particular que asuma el liderazgo. En lugar de ello, deje que todos los que conforman el grupo tomen la iniciativa y asuman la responsabilidad del grupo. Aunque el hermano que sirve a tiempo completo es quien brinda ayuda al grupo pequeño, él no es quien convoca la reunión ni el que asume el liderazgo. Todos los miembros del grupo deben encargarse y asumir la responsabilidad de todos los asuntos y decisiones que competan al grupo.
Hay por lo menos mil santos en el área metropolitana de Manila. Estos mil santos deberían establecer cien grupos pequeños. Primero, ustedes deben tomar un “censo” apropiado, localizando a todos los santos según las tarjetas de información de cada uno de ellos. Luego, sin importar cuál sea la condición espiritual de ellos, debe acomodarlos en grupos. El contenido de este vivir de los grupos pequeños puede incluir la predicación del evangelio, la alimentación y la edificación. Si el número de personas en un grupo aumenta, pueden dividirse en dos grupos. De esta manera, la iglesia espontáneamente se multiplicará y crecerá.
(
Verdad, la vida, la iglesia y el evangelio las cuatro grandes columnas del recobro del Señor, La, capítulo 8, por Witness Lee)