Verdad, la vida, la iglesia y el evangelio las cuatro grandes columnas del recobro del Señor, La, por Witness Lee

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DEDICAR TIEMPO PARA ENTRAR EN LAS VERDADES DEL RECOBRO DEL SEÑOR

Un joven que sea negligente a la edad de quince años será una persona insensata a la edad de dieciocho. Sin embargo, si está dispuesto a estudiar diligentemente durante la secundaria, podrá aprender muchas cosas. Si después de esto, continúa estudiando otros cuatro años en la universidad, cuando tenga veintidós años será más iluminado en su interior y podrá enseñar a otros. La diferencia entre los que han estudiado y los que no han estudiado es enorme. Hoy en día, aquellos que han recibido una educación universitaria se destacan en la sociedad. Por lo tanto, aun si usted ya no es joven, de ser posible, sería mejor que regresara a la escuela y obtuviera un título universitario. De lo contrario, será difícil que pueda convencer a otros.

Por supuesto, estamos contentos de ver a los hermanos de más edad, pero es muy difícil exigirles que se esfuercen más por procurar la verdad. Ellos aman al Señor y también Su palabra. Ellos conocen Génesis 1:26, pues saben que Dios creó al hombre a Su propia imagen. También entienden Efesios 1:4, que dice que Dios nos escogió en Cristo. Asimismo tienen claro Proverbios 9:10, pues reconocen que el temor de Jehová es el principio de la sabiduría y que el conocimiento del Santísimo es la inteligencia. También pueden testificar a otros, diciendo: “La Biblia es un libro muy bueno, pues nos dice que Dios nos creó a Su imagen, que Él nos escogió en Cristo, y que hoy en día Él ha llegado a ser nuestra sabiduría”. Esto es más que suficiente. No podríamos pedirles más. Sin embargo, sería desalentador si los jóvenes entre nosotros estudiaran la Palabra de la misma manera. ¿Por qué debería un joven de dieciocho años estudiar la Palabra igual que un anciano de sesenta y ocho? Esa manera de estudiar la Biblia no es mala para un santo de edad avanzada, pero un joven de dieciocho años debe estudiar la Biblia utilizando un método de estudio más profundo, así como Salomón dijo que debíamos acordarnos del Señor en los días de nuestra juventud (Ec. 12:1). Por lo tanto, los jóvenes tienen que aprender las verdades más elevadas en su juventud.

En cuanto a la creación de Dios

Primeramente la Biblia revela la creación de Dios (Gn. 1—2). En la creación de Dios hay dos puntos importantes: uno es la creación de la vida, y el otro es la creación del hombre. La creación de la vida es el aspecto más extraordinario de la creación de Dios. La gente hoy promueve el desarrollo tecnológico en sus países, pero independientemente de cuánto avance logren, no pueden producir vida. A lo más, pueden construir algunos robots que aunque se asemejan al hombre, no poseen la vida humana. Pese a todos los avances tecnológicos que se han logrado para producir computadoras cada vez más sofisticadas, éstos aun no poseen la capacidad para crear un cerebro humano. Solamente Dios puede crear la vida. Génesis 1 nos muestra que Dios primeramente creó objetos inanimados y después seres vivos. Al crear los seres vivos, Dios empezó a partir de las formas más elementales de vida y de allí avanzó a las formas más elevadas de vida. Éste es el proceso que Dios siguió al crear la vida.

La vida humana es la forma más elevada de vida creada. La vida humana es la más elevada de las diferentes especies de vida creadas por Dios. Ésta vida es la que más se parece a la vida de Dios, pues fue creada a la imagen de Dios. La imagen de Dios es amor, luz, santidad y justicia. Puesto que la vida humana tiene la imagen de Dios, también posee amor, luz, santidad y justicia, lo cual la constituye en la más elevada vida creada. Por supuesto, en el universo existe una vida aún más elevada, que es la vida de Dios. En todo el universo la forma más elevada de vida es la vida de Dios. Por lo tanto, en Génesis 2 el árbol de la vida es un cuadro de la vida de Dios. El hombre fue puesto frente al árbol de la vida, lo cual indica que Dios quería que el hombre le tomara a Él como la forma más elevada de vida, a fin de que en su vivir pudiera manifestar la vida de Dios en la vida humana. Ésta es la verdad concerniente a la creación de Dios.

(Verdad, la vida, la iglesia y el evangelio las cuatro grandes columnas del recobro del Señor, La, capítulo 3, por Witness Lee)