EL CRISTO QUE ESTÁ EN NOSOTROS
ES NUESTRA VIDA
Nosotros somos seres humanos; sin embargo, poseemos la vida y la naturaleza de Dios. Aunque somos seres humanos, llegamos a ser hijos de Dios en virtud de la vida de Dios. Lamentablemente, el cristianismo perdió esta verdad y no la enseña. En lugar de ello, enseña muchos otros asuntos insignificantes. Los Estados Unidos es la nación más sobresaliente y poderosa que existe en el mundo. Está en primer lugar en casi todo aspecto, excepto en lo que se refiere a la verdad. Hace veinte años vine a los Estados Unidos y di un mensaje usando el diagrama de los tres círculos. Este diagrama abarca las tres partes del hombre: el espíritu, el alma y el cuerpo. Cuando hable acerca del espíritu humano, muchos cristianos de este país, incluso algunos predicadores, dijeron que nunca antes habían visto en la Biblia que el hombre tiene un espíritu. Por esta razón, les compartí todo lo relacionado con el espíritu humano, desde Génesis hasta Apocalipsis. Como resultado, quedaron plenamente convencidos.
Algunos dicen que nadie antes les dijo a los cristianos de este país que el hombre tenía un espíritu. Sin embargo, eso no es exacto, porque en los últimos cien años unos cuantos famosos autores espirituales han hecho mención del espíritu humano en sus escritos. Por ejemplo, el diagrama de los tres círculos fue tomado del libro God’s Plan of Redemption [El plan de redención de Dios], escrito por una hermana estadounidense llamada Mary E. McDonough. Cuando usted abre este libro, ve el diagrama de los tres círculos. Aunque la autora de este libro era estadounidense, los cristianos estadounidenses nunca han leído su libro. Sin embargo, yo, que soy chino, lo leí y se los cité en mi enseñanza.
En Anaheim hay un grupo cristiano que se opone rotundamente a que prediquemos que Cristo mora en nosotros. Ellos dicen: “Cristo es tan grande, y nosotros somos tan pequeños; ¿cómo podría Él morar en nosotros? Esto no puede ser. Cristo hoy en día está sentado en el trono y no está en nosotros. En Su lugar, Él envió el Espíritu Santo como Su representante para que estuviera en nosotros. Por consiguiente, es totalmente herético decir que Cristo mora en nosotros”. La verdad que ellos enseñan está completamente distorsionada porque creen que el Espíritu Santo que está en nosotros es simplemente un representante de Cristo. No se dan cuenta de que el Espíritu Santo es, de hecho, el Dios Triuno.
En Gálatas 2:20 el apóstol Pablo claramente dijo: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí”. ¿Cómo puede alguien decir que el Cristo que se menciona en este versículo no es Cristo mismo, sino un representante de Cristo? Al decir esto, está cambiando lo que dice la Biblia. Pablo dijo claramente que Cristo no solamente estaba en él, sino que vivía en él. Eso significa que Cristo se movía y trabajaba en él. El Nuevo Testamento no dice que el Cristo que está sentado en el cielo simplemente envió un representante para que estuviera en nosotros; al contrario, recalca que el Cristo que está en el cielo está también en nosotros, es decir, en nuestro espíritu (Ro. 8:10, 34; 2 Co. 13:5; Col. 1:27; 3:1; 2 Ti. 4:22). Puesto que Él es el Espíritu vivificante (1 Co. 15:45b), el Espíritu de vida (Ro. 8:2) y el Espíritu (2 Co. 3:17), Él es omnipresente. Por lo tanto, Él puede estar a la diestra de Dios y al mismo tiempo en nuestro espíritu. Él puede estar al mismo tiempo en el cielo y en la tierra.
(
Verdad, la vida, la iglesia y el evangelio las cuatro grandes columnas del recobro del Señor, La, capítulo 6, por Witness Lee)
