Vivir en el que permanecemos mutuamente con el Señor en el espíritu, Un, por Witness Lee

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BUSCAR AL SEÑOR Y SU PALABRA SIMULTÁNEAMENTE

Debemos buscar al Señor y Su palabra simultáneamente. Primero necesitamos buscar al Señor. Cada vez que vayamos a leer la Escritura, aun antes de abrir la Biblia, deberíamos orar. No importa si es la mañana, el mediodía o la noche; siempre que usted abra la Biblia, antes de leer la Palabra del Señor, siempre debería orar primero. No tiene que seguir ningún formalismo, así que puede arrodillarse o sentarse. Lo único que necesita hacer es expresar espontáneamente los sentimientos que hay en su corazón. Esta expresión de su corazón es la oración y es su espíritu que surge: “Oh Señor, te amo. Gracias que ahora me acerco para leer Tu Palabra”. Sólo se necesita una oración corta y sencilla como esta para que usted busque al Señor. No menosprecie esta simple práctica; verdaderamente es preciosa. Usted no necesita decir lo mismo cada vez, pues no se trata de lo que usted diga. El punto es que usted ore, mostrando que su corazón está vuelto al Señor y que usted busca al Señor.

Cuando usted ore, primero busque al Señor. Entonces, cuando abra su Biblia para leer, podrá entender interiormente lo que lee, y deseará la Palabra. En este momento, usted espontáneamente convertirá lo que ha leído, deseado y entendido en una oración. Por ejemplo, quizás usted lea Juan 1:1, y tal vez ore diciendo: “Oh Señor, te alabo porque eres la Palabra que era en el principio. Tú existías desde el principio, y eres la Palabra del principio. Cuando respiramos, te respiramos a Ti como esta Palabra. Esta Palabra define a Dios”. De este modo usted convierte la palabra del Señor en oración; su oración podría ser muchas palabras o tan sólo unas pocas. Incluso está bien orar una sola frase. Usted puede decir: “Oh Señor, gracias que eres la Palabra quien era en el principio”. Cuando usted convierte la Palabra del Señor en su oración, el Espíritu viene y al mismo tiempo usted busca al Señor.

Si usted ora de esta forma, el Señor dice que Sus palabras son espíritu y son vida. Si usted no ora así, sino que meramente abre la Biblia para leer, entonces aunque esta Biblia es la palabra del Señor, para usted sólo serán palabras en blanco y negro. El señor Hu Shih, un filósofo chino moderno, también leyó y estudió la Biblia, pero él solamente estudió con su mente y nunca tocó al Espíritu; por consiguiente, no recibió vida. Nosotros no somos así. Siempre que leemos la Biblia, primero oramos al Señor para abrirnos a Él de modo que nuestro espíritu lo pueda contactar, y entonces leemos y somos capaces de entender. Una vez entendemos, espontáneamente tenemos un deseo, y luego en ese momento convertimos lo que hemos leído y deseado en una oración. Entonces, cuando oramos, las palabras de la Biblia llegan a ser el Espíritu y la vida. ¡Ésta es una experiencia maravillosa!

(Vivir en el que permanecemos mutuamente con el Señor en el espíritu, Un, capítulo 8, por Witness Lee)