EL PENSAMIENTO CENTRAL
HALLADO EN LA BIBLIA
En este mensaje consideraremos el asunto de ejercitarnos para ser un solo espíritu con el Señor. Esta frase, que se registra en 1 Corintios 6:17, es la frase más misteriosa de la Biblia. Nosotros los que creemos en el Señor realmente podemos llegar a ser un solo espíritu con el Señor. Ésta es la enseñanza más central hallada en la Biblia. Es cierto que hay muchas enseñanzas morales y éticas en la Biblia. Creo que si tomáramos todo lo escrito por los eruditos clásicos y filósofos chinos con respecto a la ética y la moralidad, y lo juntáramos con todas las enseñanzas y los escritos de Confucio y Mencio, aún no dirían tanto como lo que la Biblia dice, y su norma sería mucho más baja que la de la Biblia. Para el linaje humano, la Biblia enseña lo máximo acerca de la ética y la moralidad, y tiene la norma más elevada. Sin embargo, estas enseñanzas no son el centro sino la periferia de la Biblia; éstas son las “ramas” y no “las raíces y el tronco” de la Biblia.
El centro, “las raíces y el tronco”, de la Biblia es que nosotros, los que hemos sido salvos, llegamos a ser un solo espíritu con el Señor. Esto declara dos hechos. Primero, el Señor tiene que ser Espíritu. Si Él no fuese Espíritu, ¿cómo podría Él llegar a ser un solo espíritu con nosotros? Segundo, aunque nosotros no somos espíritu, debemos tener un espíritu; de otra forma, ¿cómo podríamos llegar a ser un solo espíritu con Él? Según nuestra realidad interior, ciertamente tenemos un espíritu. Cuando Dios nos creó, Él hizo un espíritu para nosotros. Zacarías 12:1 dice: “Jehová, que extiende los cielos, pone los cimientos de la tierra y forma el espíritu del hombre dentro de él”. Nuestro espíritu, el cual está dentro de nosotros, fue creado por Dios, y según este versículo, nuestro espíritu humano es tan importante como los cielos y la tierra. Este versículo menciona únicamente tres cosas: los cielos, la tierra y el espíritu del hombre; no menciona ninguna otra cosa. Por consiguiente, los cielos, la tierra y el espíritu del hombre son de igual importancia. Nuestro espíritu humano es tan importante como los cielos y la tierra; esto es un asunto tremendo. Si usted entiende la Biblia y sabe el significado de la existencia del universo, verá que los cielos fueron creados para la tierra, la tierra fue creada para el hombre, el centro del hombre es su espíritu, y el espíritu del hombre fue creado para contener a Dios. El hombre es un vaso creado para que Dios entre en él y more dentro de él. Éste es el asunto central hallado en la Biblia.
(Vivir en el que permanecemos mutuamente con el Señor en el espíritu, Un, capítulo 5, por Witness Lee)