VIVIR Y ANDAR
CONFORME AL ESPÍRITU MEZCLADO
La clave para tener una experiencia espiritual apropiada es comprender el hecho de que los dos espíritus han llegado a ser un solo espíritu: el Espíritu llegó a ser uno con nuestro espíritu humano. Romanos 8:4 dice que debemos andar conforme al espíritu. Las autoridades entre los traductores de la Biblia, en particular J. N. Darby, señalaron que es difícil decir si la palabra espíritu en este versículo denota el Espíritu Santo o nuestro espíritu humano. En realidad, denota el espíritu regenerado en el cual el Espíritu Santo mora. Por consiguiente, espíritu en Romanos 8:4 se refiere al espíritu que es dos espíritus que llegan a ser un solo espíritu. También es lo que generalmente llamamos el espíritu mezclado. Hablando con propiedad, no podemos hallar un versículo en el Nuevo Testamento que nos diga que andemos conforme al Espíritu Santo. Gálatas 5:16 nos dice que andemos por el Espíritu, quien se mezcla con nuestro espíritu para llegar a ser un solo espíritu. En 2 Timoteo 4:22 se nos dice: “El Señor esté con tu espíritu”. Este espíritu también es el espíritu que está compuesto de dos espíritus que llegan a ser un solo espíritu. Es por esto que 1 Corintios 6:17 dice: “Pero el que se une al Señor, es un solo espíritu con Él”. Por tanto, es algo básico el que nosotros los cristianos, los hijos de Dios, andemos conforme a este espíritu, es decir, a los dos espíritus que llegan a ser un solo espíritu.
Queridos hermanos y hermanas, todos debemos vivir conforme a este espíritu, el espíritu que consiste de dos espíritus que llegan a ser un solo espíritu. Cuando usted vive de este modo, usted vive con el Señor. En mi juventud oí mensajes acerca de vivir con el Señor, aunque en ese entonces lo que oí trataba principalmente acerca de andar con el Señor y no tanto de vivir con el Señor. Noé anduvo con Dios y Enoc también anduvo con Dios. En ese momento yo verdaderamente valoraba esto, y seguía buscando la manera de poder andar con el Señor, pero no podía obtener una respuesta. Luego, gradualmente vi que actualmente nosotros somos más elevados que Enoc; nosotros no co-andamos sino que co-vivimos. Vivimos con el Señor. Co-andar es algo externo, mientras que co-vivir es algo interno. Esto es lo que el Señor dijo, que en aquel día, el día de Su resurrección, Él vivirá y nosotros también viviremos (Jn. 14:19). El Señor y nosotros somos dos vidas que llegan a ser una sola vida y dos espíritus que llegan a ser un solo espíritu. Las dos vidas han llegado a ser una sola vida, y los dos espíritus han llegado a ser un solo espíritu. El Señor Jesús dijo: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos” (15:5). Los pámpanos permanecen en la vid y la vid permanece en los pámpanos, y ellos llevan fruto juntos. En esto consiste co-vivir. ¡Esto es muy misterioso y demasiado glorioso!
(Vivir en el que permanecemos mutuamente con el Señor en el espíritu, Un, capítulo 2, por Witness Lee)