Vivir en el que permanecemos mutuamente con el Señor en el espíritu, Un, por Witness Lee

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LOS DOS GRANDES DONES DADOS POR DIOS: LA PALABRA SANTA Y EL ESPÍRITU SANTO

Las palabras que Dios nos ha hablado a lo largo de los siglos han llegado a ser la Palabra santa que hoy está en nuestras manos. La Biblia no sólo es un libro sagrado, sino que más aún es el aliento de Dios (2 Ti. 3:16). Cada palabra en la Biblia fue dada por el aliento que sale de la boca de Dios. Todas estas palabras son vivientes; son espíritu y son vida. Además, cuando nosotros los creyentes en el Señor confesamos nuestros pecados y oramos, invocando al Señor Jesús, y cuando creemos en Él y lo recibimos de este modo, Él vive en nosotros como nuestro Salvador. En este momento, como el Espíritu vivificante, Él entra en nuestro espíritu. Por consiguiente, nosotros no sólo tenemos la Palabra santa en nuestra mano, sino que también tenemos al Espíritu vivificante en nuestro interior. Éstos verdaderamente son dos grandes dones que Dios nos ha dado.

(Vivir en el que permanecemos mutuamente con el Señor en el espíritu, Un, capítulo 7, por Witness Lee)