Visión la práctica y la edificación de la iglesia como cuerpo de Cristo, La, por Witness Lee

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EL CONTENIDO PRINCIPAL DEL LIBRO DE EFESIOS

El libro de Efesios no habla acerca de las cosas materiales y no contiene mero conocimiento. Ni siquiera hay muchas citas del Antiguo Testamento en este libro. Además, no menciona los dones milagrosos. En este libro los dones son personas, tales como los apóstoles, profetas, evangelistas y pastores y maestros (4:11), no los dones de la sanidad y de otros asuntos milagrosos. Efesios es un libro que trata de la iglesia, el Cuerpo de Cristo (1:22-23). Este libro habla acerca de las inescrutables riquezas de Cristo y cómo este Cristo, como Espíritu, está en nosotros (3:8, 16-19). Éste no es un Cristo externo sino un Cristo interno, debido a que está haciendo Su hogar en nosotros. Él es nuestra Cabeza y nuestra vida, y nuestro corazón —nuestra mente, parte emotiva, voluntad y conciencia— es Su hogar. Nadie puede medir Su anchura, longitud, altura y profundidad, pero tal Cristo está haciendo Su hogar en nuestro corazón. Finalmente, somos llenos, no con cosas materiales o aun con conocimiento, dones o poder, sino hasta la medida de toda la plenitud de Dios.

En el capítulo 1 se ve el sellar del Espíritu Santo (v. 13). El que el Espíritu Santo es un sello en nosotros es un asunto interior, no exterior. En el capítulo 2 está el nuevo hombre creado por Cristo y en Cristo (v. 15). Esto también es algo aparte de las cosas materiales, el mero conocimiento bíblico y los dones. El nuevo hombre creado en Cristo y por Cristo es algo enteramente de Cristo, e incluso es Cristo mismo. En Génesis 3 Eva era parte de Adán y provino enteramente de Adán. De la misma manera, el nuevo hombre es parte de Cristo y provino de Cristo. Luego en Efesios 3 las inescrutables riquezas de Cristo son hechas reales para nosotros y Cristo hace Su hogar en nuestros corazones (vs. 8, 17). En el capítulo 4 crecemos y llegamos a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Ya no somos zarandeados por todo viento de enseñanza, incluso de buena enseñanza, sino que crecemos en todo en Cristo (vs. 13-15). Recibimos algo de Cristo, la Cabeza, y lo ministramos a los demás. De esta manera la iglesia es edificada (v. 16).

(Visión la práctica y la edificación de la iglesia como cuerpo de Cristo, La, capítulo 5, por Witness Lee)