LO QUE DISTRAE DE LA META CENTRAL
DE LA ECONOMÍA DE DIOS
Debemos ver la sutileza del enemigo. Hay tres clases de personas en la tierra hoy. En primer lugar, están los judíos, el pueblo escogido de Dios. En segundo lugar, están los gentiles, las personas incrédulas y mundanas. En tercer lugar, están los cristianos, los miembros de la iglesia (1 Co. 10:32). Sin excepción alguna, las tres clases de personas han sido distraídas. Con miras a que los humanos pudiesen existir, Dios preparó muchas cosas materiales y físicas para ellos, tales como la comida y bebida. Sin embargo, según la situación actual, los incrédulos, los gentiles, prestan toda su atención a comer, beber, tener un hogar y la vida material. Independientemente de qué clase de persona sean —ricos, pobres, altos, bajos, cultos o bárbaros han sido distraídos de la meta central de Dios por las cosas materiales que Dios preparó para que pudieran existir a fin de cumplir Su propósito. El alimento, la bebida y todas las cosas materiales fueron creados para darles a los hombres la ayuda, el medio, con que cumplir el propósito de Dios, pero Satanás se introdujo para utilizar estas cosas a fin de distraer a los incrédulos del propósito de Dios.
Después que Dios preparó todo para que los hombres existiesen, Él vino para darles a algunos de ellos, los judíos, conocimiento espiritual por medio de las Escrituras, el Antiguo Testamento. Dios reveló Su ley y Su propósito a ellos con la intención de que las Escrituras los ayudasen a conocer a Dios, el plan de Dios y el Cristo de Dios. Sin embargo, con el tiempo Satanás utilizó aun el Antiguo Testamento para distraer a los judíos de Cristo. Los cuatro Evangelios muestran claramente cómo los escribas, ancianos, fariseos y eruditos judíos fueron muy distraídos de Cristo por las Escrituras (Jn. 5:39-40). Bajo la utilización de Satanás, el Antiguo Testamento distrajo al pueblo judío de Cristo a tal grado que ellos incluso se oponían a Cristo utilizando las Escrituras. Esto es la sutileza del enemigo. Ahora no sólo los incrédulos, los gentiles, han sido distraídos del propósito eterno de Dios, sino aun los judíos, quienes fueron escogidos por Dios, están distraídos del propósito eterno de Dios.
Los cristianos no sólo tienen las cosas materiales creadas por Dios y la revelación antiguotestamentaria de Dios, sino también el Nuevo Testamento. En este Nuevo Testamento, muchas clases de dones han sido dados para que las personas conozcan a Cristo, aprehendan a Cristo y sean conjuntamente edificados en el Cuerpo para expresar a Cristo. ¡Pero cuán sutil es el enemigo! Satanás utiliza aun el Nuevo Testamento y todos los dones dados por Dios para distraer a las personas de Cristo involucrándolas en los dones, e incluso en la aplicación de la letra del Nuevo Testamento aparte de Cristo. Si consideramos la situación entera, comprenderemos que todo lo que ha sido preparado por Dios y dado por Dios con miras a cumplir Su economía ha sido utilizado por el sutil enemigo para distraer a las personas de la economía de Dios.
Los incrédulos disfrutan todas las cosas materiales, pero no con el fin de cumplir la economía de Dios. De manera similar, los judíos actualmente tienen el Antiguo Testamento en sus sinagogas, pero no con miras a cumplir el propósito de Dios, ya que están completamente distraídos de Cristo. Lo mismo ocurre en las supuestas iglesias cristianas. Allí las personas tienen el Antiguo Testamento con el Nuevo Testamento, y alegan que tienen muchos dones, pero muchos todavía están distraídos de Cristo. Esto es algo lamentable. Si recibimos la visión de los cielos para conocer la intención de Dios, lloraremos por la situación. Los cristianos están siendo distraídos, incluso por los dones espirituales, a otras cosas aparte de Cristo y Su Cuerpo.
Muchos cristianos fundamentalistas y sólidos no tienen el pensamiento adecuado acerca de la economía de Dios. El cristianismo fundamentalista les dice a las personas: “Dios es el verdadero Dios. Él te ama y es misericordioso y lleno de gracia, así que envió a Su Hijo para salvarte. Eres pecaminoso e irás al infierno, pero Cristo murió por ti en la cruz. Si crees en Él, tus pecados serán perdonados y serás salvo. Entonces tendrás paz y gozo, y luego que mueras, irás a morar con Él en el cielo”. Sin embargo, otros dicen: “Esto no es suficiente. No estamos satisfechos sólo con esto. Deseamos los dones, las manifestaciones, para comprobar que Dios es poderoso”. Todos esos cristianos posiblemente nunca han escuchado un mensaje acerca de cómo Dios desea forjarse en nosotros por medio de Cristo como Espíritu para que Cristo, la Cabeza, sea expresado por medio de Su Cuerpo a fin de traer a todo el universo bajo Su autoridad como Cabeza. Han descuidado la meta central de la economía de Dios y no han visto la visión de la economía de Dios. Por lo tanto, están demasiado distraídos.
Necesitamos las cosas materiales. Necesitamos el alimento, la bebida, un hogar y la transportación. Sin embargo, no vivimos por causa de estas cosas. Más bien, estas cosas tienen que existir por causa nuestra. Si buscamos el reino de Dios y toda Su justicia, Dios tomará cuidado de todo lo que necesitamos (Mt. 6:33). Todas estas cosas son para nuestro beneficio, y nosotros somos para Dios y Su propósito. Después de muchos años de experiencia, puedo testificar que si nos ocupamos del propósito de Dios, Dios tomará cuidado de nuestra necesidad. Él es fiel en cuanto a este asunto. No hay duda alguna que muchas veces nos ha probado, y Satanás también nos ha atacado. No obstante, después de más de treinta años viviendo por causa del propósito de Dios, aún estoy aquí. Por causa de Su palabra y Sus intereses, todas las cosas materiales necesarias han pasado por mi mano. Si nos ocupamos de Él y de Sus intereses, Él tomará cuidado de nosotros. Él nos ha dado esta promesa. De la misma forma, las Escrituras, el conocimiento, las enseñanzas, los dones, las manifestaciones, las operaciones, las funciones, los ministerios, todos tienen como finalidad la meta central de la economía de Dios. Todas estas cosas son para nosotros, pero no nos importan estas cosas aparte del propósito de Dios.
(
Visión la práctica y la edificación de la iglesia como cuerpo de Cristo, La, capítulo 5, por Witness Lee)