LA IGLESIA NO SE EDIFICA
DIRECTAMENTE POR LAS PERSONAS DOTADAS,
SINO POR TODOS LOS MIEMBROS PERFECCIONADOS
Las personas dotadas no edifican la iglesia de manera directa. Por una parte, el Señor nos dijo en Mateo 16:18: “Edificaré Mi iglesia”, pero por otra parte, incluso Cristo, la Cabeza, no edifica Su iglesia directamente. La Cabeza edifica la iglesia por medio de las personas dotadas: los apóstoles, profetas, evangelistas y pastores y maestros. De igual forma, las personas dotadas tampoco deben ni pueden edificar la iglesia de manera directa. Efesios 4:11 menciona las diferentes personas dotadas. Luego el versículo 12 nos dice que todas estas personas dotadas no sirven para edificar la iglesia directamente, sino para perfeccionar a los santos. Si usted es una persona dotada, no debería edificar la iglesia de manera directa. Su responsabilidad consiste en perfeccionar a todos los hermanos locales, quienes edifican la iglesia directamente. Lo que usted tiene que hacer es perfeccionar a otros, adiestrarlos, hacerlos aptos, enriquecerlos, fortalecerlos y enseñarles. Luego, permita que hagan la obra de edificación. Su deber no consiste en edificar la iglesia de manera directa. Su deber consiste en perfeccionar a los santos. Permita que los santos perfeccionados efectúen la obra de edificación directamente.
Este asunto es de suma importancia. Muchas veces no hago mucho en las reuniones porque no quiero dar la impresión de que las reuniones son asunto mío. No son asunto mío. Cuando vengo a las reuniones, vengo en calidad de invitado. Los santos son el anfitrión, así que tienen que servir, y yo sencillamente disfruto. Tengo que decir esto por causa de nuestro trasfondo en el cristianismo. En la Iglesia Católica hay sacerdotes, en las denominaciones hay ministros o pastores, y entre la Asamblea de los Hermanos hay hermanos responsables. Podríamos comparar estas personas con diferentes estilos de vestimenta. Podría ponerme vestimenta occidental hoy, vestimenta japonesa otro día y vestimenta tradicional china el próximo, pero sigo siendo la misma persona. De la misma forma, cada vez que le llamamos a algunos pastores, ministros o hermanos responsables, son la misma clase de clero. No deberíamos tener clero o laicado entre nosotros.
Durante los últimos dos años nosotros también hemos tenido hermanos que llevan la delantera. Todos los que llevan la delantera en la reunión tienen que ser cuidadosos en cuanto a la manera en que actúan, para no darle a la gente la impresión de que están tomando la delantera. Aquí nuevamente hay dos partidos responsables. Por una parte los que llevan la delantera actúan despreocupadamente de una manera que les da a las personas la impresión de que ellos están tomando la delantera. Por otra parte, muchos de los queridos hermanos y hermanas son débiles y no están bien en su espíritu, y también tienen un concepto erróneo, pues vienen a las reuniones de manera pasiva, no activa. Sin embargo, ahora debemos estar claros. A fin de practicar la vida de iglesia, las personas dotadas no deberían edificar la iglesia de manera directa. Lo que deben hacer es perfeccionar a los santos y permitirles edificar la iglesia directamente. Éste es el tercer aspecto en la práctica de la vida de iglesia.
(Visión la práctica y la edificación de la iglesia como cuerpo de Cristo, La, capítulo 6, por Witness Lee)