EL CORTE
Cuando una rama es injertada, tanto ella como el árbol en el cual se injerta deben ser cortados. Si simplemente los atamos, esto no los unirá orgánicamente. Ambos tienen que ser cortados para luego ser injertados en el punto donde han sido cortados. Cuando estas dos heridas “se besan”, se produce el injerto y entonces puede darse el crecimiento.
¿En qué momento fue cortado el Señor Jesús? Esto sucedió en la cruz. La herida del Señor Jesús está abierta, esperando recibir a los pecadores. Su costado fue traspasado, y la sangre fue derramada.
¿En qué momento el pecador es cortado? Él también fue cortado en la cruz, pero experimenta este corte cuando se arrepiente y recibe al Señor.
Nosotros tuvimos un colaborador procedente del noreste de China que, antes de su conversión, se oponía con gran arrogancia al cristianismo. Un día entró en un templo y observó allí una Biblia abierta puesta sobre una mesa en frente de los ídolos. Sintiendo curiosidad, empezó a leer el salmo 1. Las palabras que leyó le impresionaron tanto que decidió llevarse la Biblia a casa para leerla después, lo cual hizo. Cuanto más leía, más resplandecía la luz. Convencido de sus pecados, lloró dándose golpes de pecho, y después rodó por el piso en arrepentimiento.
¿No fue este arrepentimiento un corte? Él fue una rama cortada. Luego, cuando invocó al Señor pidiéndole que lo salvara, él fue injertado en Aquel que ya había sido cortado. En el punto donde la herida del pecador se encontró con la herida del Señor Jesús, los dos fueron injertados. El Señor empezó a vivir y a crecer en esta rama recién injertada para impartirle un suministro.
(Mensajes de vida, tomo 2 (#42-75), capítulo 17, por Witness Lee)