Mensajes de vida, tomo 2 (#42-75), por Witness Lee

LAS ESCRITURAS EN CONTRASTE CON LA VIDA

Lo que usted necesita es encender el interruptor, no estudiar. “Escudriñáis las Escrituras”, les dijo el Señor a los judíos religiosos, “pero no queréis venir a Mí para que tengáis vida” (Jn. 5:39-40). Ellos dedicaban mucho tiempo a estudiar y escudriñar las Escrituras de Génesis a Malaquías, pero no estaban dispuestos a venir a Aquel que podía darles vida. Es posible que usted estudie libros sobre la electricidad; pero si no quiere encender el interruptor, ¿de qué le sirve?

Yo no entiendo muy bien cómo funciona la electricidad, pero sí enciendo el interruptor y enseguida las luces se encienden. Disfruto tanto el resplandor que no quiero apagar las luces. ¡Deje que continúen brillando! Asimismo puedo encender el interruptor y disfrutar del aire acondicionado en el verano y de la calefacción cuando hace frío. La calefacción, el aire acondicionado y las luces dependen de que yo use el interruptor.

Si usted estudia la Biblia todos los días sin encender el interruptor, ¿de qué le sirve? Su espíritu debe contactar al Señor el Espíritu. Estos dos espíritus deben mezclarse como uno solo. El Dios Triuno pasó por un largo proceso para llegar a ser el Espíritu vivificante que mora en su espíritu. ¿Realmente usted cree las palabras de 1 Corintios 6:17, de que “el que se une al Señor, es un solo espíritu con Él”? Sé que usted cree lo que dice Juan 3:16, pero ¡también debe creer lo que dice 1 Corintios 6:17! Si usted es un solo espíritu con el Señor, usted tiene el interruptor. Abra su espíritu; no ejercite su mente. Independientemente de si usted es joven o viejo, una hermana o un hermano —quienquiera que sea—, si enciende el interruptor, disfrutará la luz. Pero si el interruptor está apagado, aunque usted sea un anciano o un colaborador, estará en tinieblas y muerte.

El Espíritu en nosotros necesita ser activado. Entonces llegará a ser vida. En los mensajes anteriores vimos que nuestra vida es una vida que es producto del injerto de dos vidas, y que nuestro espíritu es un espíritu que resulta de la mezcla de dos espíritus. En este mensaje queremos hablar sobre cómo este espíritu se mueve y actúa.

(Mensajes de vida, tomo 2 (#42-75), capítulo 19, por Witness Lee)