ESPÍRITU Y VIDA
La relación que existe entre Dios y el hombre, tal como lo hemos visto en los dos capítulos anteriores, tiene que ver con la vida y el espíritu. Tanto la vida como el espíritu son misteriosos; de hecho, según la revelación del Nuevo Testamento, éstos dos son uno solo. En Juan 6:63 el Señor Jesús dijo que las palabras que Él habló “son espíritu y son vida”. El espíritu es vida, y la vida es el espíritu.
Nuestra vida humana y nuestro espíritu humano guardan una estrecha relación. Cuando el hombre fue formado, Dios “sopló en su nariz aliento de vida” (Gn. 2:7). La palabra aliento aquí es la misma palabra traducida “espíritu”. Tanto en hebreo como en griego, la palabra espíritu puede significar “espíritu”, “aliento” o “viento”. De hecho, en Ezequiel 37 la misma palabra hebrea es traducida “Espíritu” en el versículo 1 y “viento” y “aliento” en el versículo 9. Espíritu, aliento y viento nos hablan de tres aspectos. Cuando el viento se debilita, es aliento, y luego llega a ser el espíritu. No disfrutamos el viento recio de un tifón, sino que preferimos la brisa suave, que es el aliento. Es nuestra respiración lo que nos mantiene vivos, de modo que cuando dejamos de respirar, nuestra vida se acaba.
En Romanos 8:2 las palabras espíritu y vida se mencionan juntas: “La ley del Espíritu de vida me ha librado en Cristo Jesús de la ley del pecado y de la muerte”. La vida y el espíritu son uno solo. El término, Espíritu de vida, indica que el Espíritu es la fuente, y la vida es la corriente o el fluir que procede del Espíritu. La vida es del Espíritu y procede del Espíritu; y el Espíritu es la sustancia y la fuente de la vida. Cuando nos referimos a la corriente eléctrica, hablamos de la electricidad. Es electricidad cuando permanece constante, pero es una corriente eléctrica cuando está en movimiento. De manera semejante, cuando el Espíritu se activa, llega a ser vida; pero si no se mueve, es el Espíritu. Aparte de la corriente eléctrica, no hay electricidad. El movimiento de la electricidad es la corriente; y la corriente es la electricidad misma.
Aparte del Espíritu, no existe otra vida. ¿Cuándo se activó el Espíritu y entró en usted como vida? Fue cuando usted confesó sus pecados, se arrepintió y recibió al Señor Jesús. Fue entonces que usted fue injertado en el Señor, y que Su Espíritu fluyó en usted. Él debiera estar fluyendo continuamente en su interior para que usted lo pueda experimentar como vida.
(Mensajes de vida, tomo 2 (#42-75), capítulo 19, por Witness Lee)