Mensajes de vida, tomo 2 (#42-75), por Witness Lee

ESTORBOS QUE NOS IMPIDEN VIVIR A CRISTO

Quizás a usted le parezca que por muchos años ha oído hablar de vivir por Cristo. Incluso es posible que tenga el deseo de hacerlo. De hecho, es posible que una y otra vez haya intentado vivirlo a Él; pero sus esfuerzos han sido inútiles, por lo cual ha desistido por completo. ¿A qué se debe su falta de éxito?

¡Se debe a que estamos sepultados en una tumba que está cubierta por siete capas! La primera capa es la caída del hombre; y la segunda es nuestra vida natural. Después que el hombre fue creado, cayó; debido a la caída, él tiene su vida natural, con sus respectivas inclinaciones e intenciones. La tercera capa, que es la más gruesa, es la cultura humana. Vivir por la cultura en la cual nacimos es algo que hacemos muy naturalmente, pero vivir a Cristo nos parece una noción extraña. La cuarta capa es la religión, que también afecta a toda la humanidad. Ya sea que estemos muy aferrados a nuestra religión, como los musulmanes, o nos consideremos ateos, somos personas religiosas. La quinta capa es la ética y la moralidad. El concepto de moralidad está profundamente arraigado en nuestro ser. Ser amables y considerados con los demás es algo necesario en la sociedad humana; pero a fin de vivir a Cristo, debemos estar por encima de las consideraciones éticas. La sexta capa de nuestra tumba es nuestras virtudes, lo cual está estrechamente relacionado con la ética. Lo que nosotros consideramos virtudes pueden ser cosas que otros no consideren virtudes. Quizás nosotros apreciemos la paciencia, pero otros consideren la rapidez una virtud. Tal vez nos guste la humildad, pero otros piensen que la ambición es más deseable. Cualesquiera que sean nuestras virtudes, ellas constituyen una capa que cubre la tumba en la cual estamos sepultados. La última capa que cubre esta tumba es nuestra búsqueda espiritual. Buscar la santidad, la victoria y la espiritualidad puede ser una de las capas de la tumba que nos tiene sepultados y alejados del Cristo vivo.

(Mensajes de vida, tomo 2 (#42-75), capítulo 13, por Witness Lee)