EL CUERPO Y EL NUEVO HOMBRE
ES LA VISIÓN MÁS ELEVADA DE DIOS
Como ya hemos dicho, por un lado, la iglesia es el Cuerpo, y por otro, la iglesia es el nuevo hombre. En el Cuerpo somos miembros los unos de los otros, pero en el nuevo hombre ¿qué somos los unos para los otros? No podría decirlo con certeza, pero ustedes deben entender que, en el nuevo hombre, todos somos un solo hombre. Este requisito es tan alto como los cielos. Amarnos unos a otros es un requisito básico, ser miembros los unos de los otros es un requisito más elevado, pero el requisito de que todos seamos un solo hombre es sumamente elevado. Consideren esto: si simplemente fuésemos un grupo de personas, sería suficiente simplemente con amarnos unos a otros, ser condescendientes, ser bondadosos y cuidarnos los unos a los otros. Pero si somos el Cuerpo, no es suficiente que nos amemos; pues también debemos ser miembros los unos de los otros. Sin embargo, hoy no solamente somos un solo Cuerpo, sino también un solo y nuevo hombre.
Dios tiene un propósito eterno, que consiste en obtener la iglesia. Con respecto al Padre, la iglesia es Su casa; con respecto a Cristo, la iglesia es Su Cuerpo; y con respecto al mover de Dios en el universo, la iglesia es un nuevo hombre. Sin embargo, es muy lamentable que el cristianismo jamás haya presentado esto a las personas. Lo único que el cristianismo ha presentado es una religión con un objeto de adoración y una serie de enseñanzas para que las personas veneren y adoren a Dios, y enseñen a otros su forma de adoración. Esto está muy lejos del propósito de Dios. Si lo que Dios desea es la religión, entonces sería suficiente con tener la cultura china. Sin embargo, lo que Dios desea sobrepasa en gran manera la religión. Lo que Dios desea es la iglesia, la cual se compone de personas regeneradas. Estas personas regeneradas son también personas reconstituidas, o según la expresión bíblica, son personas transformadas. El propósito de la regeneración, la reconstitución y la transformación es que lleguemos a ser la iglesia. Esta iglesia es el Cuerpo de Cristo que se mueve en la tierra, y la iglesia es también el nuevo hombre que vive para llevar a cabo la economía de Dios en la tierra. Esto es algo que no podemos ver en el cristianismo actual. Damos gracias a Dios porque en estos días Él nos ha abierto Su Palabra.
En los pasados años, Dios nos ha mostrado repetidas veces este asunto. Puedo decirles que he estado esperando la oportunidad de hablar de este asunto porque es muy profundo y elevado, y escapa a nuestra imaginación. Este asunto es la iglesia como el Cuerpo de Cristo, Su plenitud, y la iglesia como el nuevo hombre. En el Cuerpo Cristo es nuestra vida; y en el nuevo hombre Cristo es nuestra persona. Nuestro mover es conforme al Cuerpo, tomando a Cristo como nuestra vida interior, y nuestro vivir es conforme al nuevo hombre, tomando a Cristo como nuestra persona.
Espero que en este entrenamiento ustedes aprendan a hablar con toda precisión acerca del Cuerpo, la plenitud y el nuevo hombre. También espero que aprendan a compartir acerca de estos temas tan elevados. Aquí no existe varón ni mujer. Nosotros sabemos de lo que hablamos. La iglesia es el Cuerpo de Cristo, y éste es la plenitud de Cristo. En esta plenitud sólo Cristo tiene cabida; ni los hermanos ni las hermanas tienen cabida. En el nuevo hombre, ni siquiera tienen cabida los miembros porque éstos están relacionados con el Cuerpo, no con el nuevo hombre. El nuevo hombre no está relacionado con los miembros; el nuevo hombre está relacionado con la persona. ¿Quién es su persona? ¿Es usted mismo o el Señor Jesús? El Señor Jesús es su persona.
(Solo Cuerpo, un solo Espíritu, y un solo y nuevo hombre, Un, capítulo 6, por Witness Lee)