Solo Cuerpo, un solo Espíritu, y un solo y nuevo hombre, Un, por Witness Lee

Más extractos de este título...

NO SER NIÑOS QUE SON ZARANDEADOS POR VIENTOS DE ENSEÑANZA

Después de esto, el versículo 14 continúa diciendo que no debemos seguir siendo niños. Permítanme preguntarles, hermanos y hermanas jóvenes, ¿han crecido ustedes? Si no han crecido, entonces siguen siendo niños. El versículo 13 dice: “Hasta que todos lleguemos [...] a un hombre de plena madurez”. Luego el versículo 14 dice: “Para que ya no seamos niños sacudidos por las olas y zarandeados por todo viento de enseñanza”. Si ustedes son niños, fácilmente serán zarandeados por todo viento de enseñanza, pero si han llegado a ser hombres maduros, no serán sacudidos por las olas ni zarandeados por vientos de enseñanza.

¿Qué se nos dice aquí respecto al origen de los vientos de doctrina? ¿Cómo soplan tales vientos? Los vientos de doctrina soplan a causa de las artimañas de los hombres en astucia. En este versículo Pablo usó palabras que tienen connotaciones muy profundas porque había recibido mucha luz y podía discernir la astucia del diablo. Es preciso que nos demos cuenta de que gran parte del cristianismo está vinculado con esta astucia. Si tienen la perspectiva y la luz del Señor, dirán amén a esto con todo su ser. Podrán discernir el cristianismo actual y comprender que es presa de las artimañas, el engaño, de los hombres, y que está relacionado con dichas artimañas.

¿Qué quiere decir esto? El propósito eterno de Dios consiste en que Sus redimidos lleguen a ser Su único Cuerpo, para que Él pueda obtener Su plenitud, y también lleguen a ser un solo y nuevo hombre para que la economía de Dios se manifieste en su vivir en la tierra. Ésta es la intención de Dios, y éste es el propósito eterno de Dios. Sin embargo, todo lo que el cristianismo hace hoy anula completamente este propósito. Ustedes deben comprender que muchos cristianos fervientes hoy en día, quienes laboran para el Señor, no tienen la intención de ser astutos ni engañosos. Puesto que aman al Señor, desean ser fervientes; sin embargo, han sido engañados por el astuto. Detrás de ellos hay un engañador que opera con sus artimañas. Es bastante obvio que los obreros del cristianismo actual han hecho que los cristianos se dividan. ¿Cómo lo hacen? Lo hacen al predicarles buenas doctrinas. Una doctrina que suena bastante lógica puede dividir a un grupo de cristianos. Muchos no tienen la menor noción acerca del Cuerpo de Cristo ni del nuevo hombre. Aparentemente tales obreros predican doctrinas bíblicas a las personas, lo cual es bueno. No obstante, debajo y detrás de esto bueno están las artimañas de Satanás.

Desde esta perspectiva, podemos ver que hay muchos grupos en el cristianismo, cada uno de los cuales parece hacer cosas buenas porque predican el evangelio, enseñan la verdad, salvan a las personas, las ayudan y les enseñan a conocer la Biblia. ¿Quién se imaginaría que debajo y detrás de estas cosas buenas estarían las artimañas y la astucia de Satanás? Debido a estas artimañas muchos cristianos se encuentran divididos. Muchos miembros de estos grupos no tienen oídos para oír cuando uno trata de hablar con ellos acerca de la verdad del Cuerpo o del nuevo hombre. No sólo se niegan a escuchar, sino que además se oponen a nosotros y nos condenan. ¿No es esto una muestra de astucia? ¿No es ello una muestra de engaño? Muchas doctrinas, muchas enseñanzas, muchos grupos y muchas prácticas en el cristianismo de hoy aparentemente están a favor de Cristo, pero en realidad no son más que artimañas de los hombres y la astucia que divide al pueblo del Señor.

Quisiera aquí darles un ejemplo de algo que ocurrió entre nosotros hace quince o dieciséis años. En aquel tiempo, unos cuantos de entre nosotros fueron influenciados por cierto hombre espiritual, y como resultado, empezaron a proclamar el lema de que ellos habían visto al Cristo pleno; ellos decían haber recibido una visión. En ese entonces, algunos de los hermanos y hermanas se sintieron muy perturbados por lo que ellos decían. Hoy en día ya han pasado casi veinte años. La historia muestra los hechos, y los hechos lo dicen todo. Miren a su alrededor; ¿dónde están aquellas personas que proclamaban haber recibido tal visión? Se han dividido una y otra vez en esta isla. No sabría decirles cuántas veces se han dividido. En un periodo de diez años, de 1957 a 1967, ellos hicieron daño a por lo menos cien o doscientos jóvenes muy útiles. Durante ese tiempo su astucia no consistía en hacer daño a los menos útiles, sino que procuraban hacer daño únicamente a los jóvenes más prometedores. Aparentemente, ellos decían que habían visto la visión del Cristo pleno, pero de forma oculta su obra estaba haciendo esta clase de daño.

A estas alturas, siento que debo sacar a la luz la astucia de Satanás y mostrarles que esto es el cristianismo de hoy. Por lo tanto, les aconsejo que no sigan tan rápidamente a los que proclaman diferentes lemas ni se apresuren a dar oído a lo que otros dicen. Ningún mentiroso jamás le dirá que está mintiendo. Toda persona mentirosa les dirá a los demás que está diciendo la verdad. Todo el cristianismo hoy en día está engañado, debido a que los que supuestamente son obreros cristianos ponen a las personas bajo su control, y de este modo dividen el Cuerpo de Cristo. Mientras alcancen esta meta, a ellos no les importa los medios que tengan que utilizar. Es por ello que deben entender muy claramente este asunto: no presten atención a otros cuando les digan esto o aquello. Ignoren todos esos lemas y recuerden una sola cosa: un solo Cuerpo y un solo y nuevo hombre. Si alguien quiere producir dos, no podemos estar de acuerdo. ¿Cuántos nuevos hombres hay? Un solo y nuevo hombre. ¿Cuántos Cuerpos existen? Un Cuerpo. Hay un solo Cuerpo y un solo y nuevo hombre. Si alguien intenta producir dos, ése debe ser falso; si alguien intenta dividirlos, eso debe ser un engaño. Un solo Cuerpo y un solo y nuevo hombre. Éste es uno en todo Indonesia, uno en todo Tailandia, uno en todo el Sudeste asiático y uno en toda la tierra. Si alguien trata de producir otro, no importa cuán bueno sea su aspecto, debe ser falso porque sólo existe un solo Cuerpo y un solo y nuevo hombre.

Es por ello que Efesios dice que no debemos seguir siendo niños zarandeados por vientos de enseñanza, los cuales no son necesariamente vientos de enseñanzas heréticas, sino que bien pueden incluir vientos de enseñanzas apropiadas. ¿Cómo soplan estos vientos de enseñanza? Ellos soplan por medio de las artimañas de los hombres y en astucia, a fin de conducir a las personas a un sistema de artimañas y error. El sistema aquí es el sistema satánico, y las artimañas y los errores aquí se hallan organizados en un sistema. Todas las divisiones y todos los daños son complots, no originados por los hombres sino por el diablo, quien está detrás de los hombres. El diablo utiliza las artimañas y la astucia de los hombres para conducir a las personas a su sistema de artimañas y error.

Todo esto nos permite llegar a la conclusión de que puesto que hemos sido alumbrados y hemos recibido una visión, sabemos que hoy el Señor no desea otra cosa que no sea un solo Cuerpo y un solo y nuevo hombre. Con respecto al Cuerpo, debemos tomarlo a Él como nuestra vida, y con respecto al nuevo hombre, debemos tomarlo como nuestra persona. Cuando todos verdaderamente lo tomemos como la persona del nuevo hombre universal, estaremos dispuestos a pagar cualquier precio. Creceremos, y también lo experimentaremos como nuestra vida. Entonces la estatura del Cuerpo crecerá en su medida. Al llegar a este punto, tenemos que estar alertas y cuidarnos de la astucia del enemigo.

En los pasados diez años o más, pareciera que nos hemos enfermado gravemente debido a un incidente que ocurrió entre nosotros. Deben saber que después de que nuestro cuerpo experimenta una grave enfermedad y se recupera, se hace más resistente a esa enfermedad particular. Le damos gracias al Señor por ello. Creo sin duda alguna que hoy todas las iglesias en el recobro del Señor se han vuelto más resistentes a esta índole de enfermedad. De modo que si vuelve a presentarse, ciertamente sabremos cómo tragarnos la astucia del enemigo y no seremos otra vez engañados por ella.

(Solo Cuerpo, un solo Espíritu, y un solo y nuevo hombre, Un, capítulo 6, por Witness Lee)