EL SIGNIFICADO DEL APOSTOLADO
Puesto que el significado de la palabra “apóstol” es “el enviado”, el significado del apostolado está bien claro, es decir, el oficio del enviado. Los apóstoles no son primordialmente hombres que tienen dones especiales; son hombres que tienen una comisión especial. Todo aquel que es enviado por Dios es un apóstol. Muchos de los que son llamados por Dios no son tan dotados como Pablo, pero si han recibido una comisión de parte de Dios, son en verdad tan apóstoles como lo era él. Los apóstoles fueron hombres dotados, pero su apostolado no se basaba en sus dones, sino en su comisión. Desde luego, Dios no enviará a uno que no esté equipado, pero el equipo no constituye el apostolado. Si Dios quisiera enviar a un hombre totalmente desprovisto de equipo, ese hombre sería tan apóstol como uno completamente equipado, puesto que el apostolado no se basa en la capacidad humana sino en la comisión divina. Es inútil que alguna persona tome el oficio de apóstol sencillamente porque cree que tiene los dones o capacidad necesarios. Se requiere más que un simple don o habilidad para constituir a los hombres apóstoles; se requiere nada menos que a Dios mismo, Su voluntad y Su llamamiento. Ningún hombre puede alcanzar el apostolado por cualidades naturales o de otra índole; Dios tiene que hacerle apóstol si alguna vez ha de serlo. Si un hombre llega a ser de algún valor espiritual o no, y si su obra sirve a un fin espiritual o no, depende del envío de Dios. Ser “un hombre enviado por Dios” debe ser la característica principal de nuestra entrada a Su servicio y de todos nuestros movimientos subsecuentes.
Vayamos a las Escrituras. En Lucas 11:49 leemos: “Les enviaré profetas y apóstoles; y de ellos, a unos matarán y a otros perseguirán”. Desde Génesis hasta Malaquías no encontramos a ninguno que fuera explícitamente llamado apóstol; sin embargo, los hombres aquí mencionados como apóstoles vivieron en el período de tiempo entre Abel y Zacarías (v. 51). Así que, queda claro que aun en los tiempos del Antiguo Testamento Dios tuvo Sus apóstoles.
Nuestro Señor dijo: “El siervo no es mayor que su señor, ni el apóstol [griego] es mayor que el que le envió” (Jn. 13:16). Aquí tenemos una definición de la palabra “apóstol”. Implica ser enviado, eso es todo, y en eso consiste todo. Por muy buenas que sean las intenciones humanas, nunca pueden tomar el lugar de la comisión divina. Hoy en día aquellos que han sido enviados por el Señor a predicar el evangelio y a establecer iglesias se llaman a sí mismos misioneros, no apóstoles; pero la palabra “misionero” significa exactamente la misma cosa que “apóstol”, es decir, “el enviado”. Es la forma latina del equivalente griego, apóstolos. Puesto que el significado de las dos palabras es precisamente el mismo, no veo la razón por la cual los verdaderos enviados de hoy prefieren llamarse misioneros en vez de apóstoles.
(Vida cristiana normal de la iglesia, La, capítulo 1, por Watchman Nee)