IV. LA RELACION ENTRE LOS OBREROS JOVENES
Y LOS OBREROS MADUROS
¿Qué relación existe entre los obreros jóvenes y los obreros maduros? Según la Biblia, los obreros que están en el liderazgo deben someterse a los hermanos que estaban ahí antes que ellos. El menor debe someterse al mayor. Por ejemplo, vemos claramente que Silas, Timoteo, Tito y Onésimo se sometían a Pablo. Los más jóvenes seguían las instrucciones de Pablo y se sometían a él.
En las denominaciones de hoy prevalecen dos situaciones. Por una parte, algunos de los obreros están totalmente controlados y atados por aquellos que están sobre ellos, y todas las decisiones provienen de las ideas humanas. En el otro extremo, están los predicadores libres. Ellos van y vienen de una manera independiente; proveen para sí mismos y predican por su cuenta. No están atados ni controlados por nadie. Sin embargo, ninguna de esta clase de personas conoce al Señor. El primer grupo que pone la autoridad en las manos de otros, no tiene al Señor. El segundo grupo que mantiene la autoridad en sus propias manos, tampoco tiene al Señor. Cuando se pone la autoridad en las manos del Señor, estos dos extremos son eliminados. El obrero no debe ser controlado por otros en el asunto del dinero y no debe entregar esta autoridad a otros.
Hechos 8 nos dice que Pedro y Juan fueron enviados por la iglesia ha predicar en Samaria. Sus pasos fueron restringidos por la iglesia. Todo obrero es una persona restringida. Muchas personas piensan que ellas no están bajo el control de nadie. Ellos están equivocados si piensan que una persona espiritual no debe estar restringida.
Con relación al perfeccionamiento de los jóvenes, la Biblia no habla de ningún seminario. A pesar que algunos trataron de comenzar una escuela para los profetas en el Antiguo Testamento, no produjeron ningún profeta. Estudiar en un seminario no logrará que una persona sea un obrero. El entrenamiento del obrero viene por seguir un patrón y por la sumisión.
Timoteo y Silas siguieron a Pablo. En la Biblia, solamente vemos el camino del aprendizaje. Si un obrero joven no aprende la lección de la sumisión, no aprenderá ninguna otra. Esto es algo muy importante. Cada obrero joven debe pasar por mucha presión en las manos de Dios antes de ser útil. Todo el que es usado por Dios tiene que pasar por un adiestramiento estricto. Podemos ver por medio de la carta que Pablo le escribió a Timoteo, que él fue muy estricto en las instrucciones que dio a los obreros jóvenes. El no fue descuidado o suelto con Timoteo.
(Vencedores que Dios busca, Los, capítulo 8, por Watchman Nee)