I. NO TIENEN PROFUNDIDAD DE TIERRA
La primera razón que el Señor menciona es que estas semillas no tienen profundidad de tierra. Una persona en esa condición sólo tiene una pequeña cantidad de tierra; todo lo que se relaciona con ella es superficial. No tiene mucha tierra, y es muy superficial. Se sacia con facilidad y le da hambre fácilmente. Toma poco y queda satisfecha. Para ella es tan fácil regocijarse como afligirse, reírse como llorar. Permanece en un lugar muy superficial. Es una persona que se comporta según sus circunstancias, es decir, vive en sus emociones. No hay nada más superficial en este mundo que las emociones y las circunstancias.
Cuando un árbol es grande, sus raíces son grandes porque tienen que descender a lo profundo de la tierra para hallar agua. Debido a que no hay agua en la superficie, algunas raíces descienden de tres a cinco kilómetros. Cuando las raíces no encuentran agua en la superficie, bajan a lo profundo, aun kilómetros en algunos casos, para hallar agua. Se hallan palmeras en medio de los desiertos de Arabia. Ellas ondean su verde y exuberante follaje bajo el candente sol, debido a que sus raíces están en contacto con agua fresca; así que el candente sol no les afecta. Por lo tanto, aunque sean severamente azotadas por los rayos solares, pueden absorber el agua fría porque no viven en la superficie de la tierra, sino en las profundidades del suelo.
Todos aquellos que viven según el ambiente que les rodea o por sus sentimientos, viven en un terreno superficial. Aunque yo no he estado laborando para el Señor por mucho tiempo, he notado que las personas más difíciles de tratar son las que dicen “sí” a todo. No importa lo que usted diga, ellos responden que sí y aceptan superficialmente lo que usted dice. Parecen estar muy atentos, pero en verdad, interiormente no tienen nada. Las personas que ríen y lloran con facilidad, que son afectadas fácilmente por el clima, que se alegran o se entristecen debido a sus sentimientos o a lo que las rodea, son muy difíciles de manejar. Las personas cuyo suelo es superficial son controladas por sus emociones y sus circunstancias. Las que tiene profundidad no son así. Ellas no se fijan en las circunstancias, sino en que el Señor detrás de ellas. No prestan atención a sus emociones, pues las han encerrado bajo llave. Conocen al Señor desde adentro.
Hermanos y hermanas, ¿que sucede con quienes tienen poca tierra? El Señor nos muestra una lección profunda aquí. Si no vemos al Señor detrás de las circunstancias y nos conducimos según nuestras emociones o nuestro ambiente, no podremos asirnos de ninguna doctrina o enseñanza. ¿Qué está haciendo entre nosotros el Señor hoy? El busca algunos entre nosotros para que sean vencedores. Nunca podremos ser vencedores si nos conducimos constantemente según lo que nos rodee, sin ninguna seguridad; esto es vivir por nuestros sentimientos sin conocer al Señor. Muchos cristianos se alegran cuando progresan de una manera fácil, pero cuando se encuentran con la oscuridad, sienten que todo les deprime. No tienen idea de lo que es la obra del Espíritu Santo. No viven por el Señor, sino por las palabras del hombre, por sus propios pensamientos y guiados por sus circunstancias. En tal condición, cuando las dificultades lleguen, van a caer. Una vez se vean frente a la cruz, caerán. Por consiguiente, si tropezamos ante los sufrimientos y no tomamos la cruz para seguir adelante, no seremos de mucha utilidad para el Señor; por el contrario, seremos muy superficiales, no tendremos nada, sensibles a nuestros sentimientos, y viviremos por éstos.
(Vencedores que Dios busca, Los, capítulo 6, por Watchman Nee)