SER LIBRES DEL YO Y VIVIR EN CRISTO
Es entonces que viviremos delante de Dios, y es en ese momento que Dios nos mostrará este hecho glorioso: que separados del Señor, no podemos hacer nada. Separados del Señor, nada de lo que hagamos podrá complacer a Dios. Solamente cuando el Señor se convierte en nuestra fuerza es que podemos agradar a Dios. En Juan 15:5 el Señor dijo: “Porque separados de Mí nada podéis hacer”. Así pues, por una parte, la Biblia nos muestra que todo lo podemos en Aquel que nos reviste de poder (Fil. 4:13); y, por otra, nos dice que separados de Cristo nada podemos hacer. Esto significa que no sólo necesitamos ser librados de nosotros mismos, sino que también necesitamos estar en Cristo. En otras palabras, Dios nos está quebrantando con el fin de que no confiemos en nosotros mismos y seamos liberados del yo; al mismo tiempo nos muestra que Cristo es tanto nuestra fortaleza como nuestro poder.
Es por medio de este proceso que nuestro esfuerzo es liquidado, y es también mediante esta experiencia que Dios nos muestra que Cristo es nuestra fortaleza y que, en nosotros, El es viviente y poderoso. Por esta razón, podemos testificar que “ya no ... yo, mas ... Cristo” (Gá. 2:20). Es en ese momento que habremos de alabar y dar gracias al Señor desde lo profundo de nuestro ser y habremos de decirle: “Señor, Tú eres mi vida y Tú eres mi poder”. Así, nos desecharemos a nosotros mismos y diremos: “Señor, tenemos Tu vida y Tu poder en nuestro ser. Ya no usaremos más nuestras fuerzas ni nuestros métodos”. En esto consiste el vivir santo de un cristiano, y ésta es la vida vencedora que corresponde a un cristiano genuino. No es necesario que nos propongamos ser personas sumisas, puesto que hay un poder que nos capacita para ser tal clase de persona. No es necesario tomar alguna resolución al respecto, porque el poder, el cual es el propio Señor, viene de adentro. Es entonces que habremos de darnos cuenta de que todo lo que hacemos no es meramente bueno, sino que es el Señor mismo.
(Los de corazón puro, capítulo 9, por Witness Lee)