AARON Y MELQUISEDEC
Estos dos pasajes revelan dos órdenes sacerdotales, el primero es el orden de Aarón, y el segundo, el de Melquisedec. En el orden de Aarón el hombre escoge los sacerdotes, y éstos llevan las necesidades del hombre a Dios. Pero en el orden de Melquisedec, el sacerdote viene de Dios al hombre y le imparte algo de Dios.
Los dos órdenes sacerdotales tienen un tráfico en dos direcciones. En el primer orden, la dirección es del hombre a Dios, y en el segundo, de Dios al hombre. Aun Cristo, nuestro gran Sumo Sacerdote ejerce Su oficio en estas dos direcciones. El es el Sumo Sacerdote según el orden de Aarón y también el Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec. Según el orden de Aarón, como hombre, fue escogido entre los hombres para acercarse a Dios con todas las necesidades del hombre. Y según el orden de Melquisedec, como Hijo de Dios, vino de Dios para impartirnos a Dios y bendecirnos con algo de El.
En Exodo 28:12, 29 leemos: “Y pondrás las dos piedras sobre las hombreras del efod, para piedras memoriales a los hijos de Israel; y Aarón llevará los nombres de ellos delante de Jehová sobre sus dos hombros por memorial ... Y llevará Aarón los nombres de los hijos de Israel en el pectoral del juicio sobre su corazón cuando entre en el santuario, por memorial delante de Jehová continuamente”. Como sumo sacerdote, Aarón llevaba todos los nombres del pueblo de Dios a Su presencia como memorial.
Vemos en Génesis 14:18-20: “Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino ... y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador del cielo y de la tierra ... y bendito sea el Dios Altísimo que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo”. Melquisedec vino de Dios trayendo pan y vino y salió al encuentro de Abraham, quien había peleado la batalla por Dios, y lo bendijo con pan y vino. Esto es muy interesante, éstos son los mismos elementos que usamos en la reunión de la mesa del Señor.
En 1 Pedro 2 también encontramos estos dos órdenes sacerdotales. En el versículo 5 vemos el orden de Aarón y en el versículo 9 el de Melquisedec: “Vosotros también, como piedras vivas, sois edificados como casa espiritual hasta ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo”. Este es el sacerdocio según el orden aarónico, el cual trae lo humano a Dios.
“Mas vosotros sois un linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de Aquel que os llamó de las tinieblas a Su luz admirable”. El sacerdocio santo, mencionado en el versículo 5, lleva lo humano a Dios, y el sacerdocio real, descrito en el versículo 9, trae algo de Dios para declararlo y mostrarlo al hombre.
(Sacerdocio, El, capítulo 5, por Witness Lee)