EL SACERDOCIO TRAE EL REINADO
Ya vimos que Adán, Abel, Noé, Abraham, Isaac y Jacob eran sacerdotes. Al estudiar la Biblia, vemos que estas personas piadosas fueron sacerdotes que cumplieron el propósito de Dios.
También dijimos que el ministerio sacerdotal es el más destacado en la economía de Dios y que activa la función del reinado. David, quien fue ungido por Samuel, el cual era más que profeta, era sacerdote. Samuel fue criado y educado en la casa de Dios como sacerdote, y por medio de él comenzó el reinado.
David fue el primer rey acepto a los ojos de Dios. Un día, cuando el arca era traída de regreso, David se alegró tanto que se puso el efod, parte de la vestidura sacerdotal. ¿Qué significa esto? Simplemente, que el rey necesitaba el sacerdocio y que éste pone en vigencia el reinado.
Desde el punto de vista espiritual, solamente la vida que está llena de Dios trae autoridad. El reinado proviene del sacerdocio, lo cual indica que el poder reinante de Dios procede de Su vida. Si tenemos esta vida, tendremos la autoridad.
Los creyentes además de ser sacerdotes santos, también son sacerdotes que tienen realeza; son un sacerdocio real (1 P. 2:5, 9). Es decir, nosotros constituimos un reino de sacerdotes.
Primero Dios creó al hombre a Su imagen, y luego le dio Su autoridad. (Gn. 1:27, 28). Al hablar de imagen se hace referencia al sacerdocio, y la mención de autoridad trae implícita la idea de reinado. La autoridad del reino proviene de la vida contenida en la imagen de Dios. Debemos ser uno con Dios a tal grado que seamos Su expresión. Así tendremos la autoridad de la vida que proviene de la imagen de Dios. De manera que, la imagen de Dios expresada en el sacerdocio trae consigo la autoridad del reinado.
(Sacerdocio, El, capítulo 2, por Witness Lee)