Sacerdocio, El, por Witness Lee

LA LUZ RESULTA DE LA VIDA

La mesa del pan de la proposición es para el candelero porque la mesa es para la vida y el candelero es para la luz. Juan 1:4 dice: “En El estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres”. La vida es la luz. En la mesa del pan de la proposición hay suministro de vida, y es de esta vida que se produce la luz. La luz viene de la vida. Cuanto más suministro de vida disfrutemos, más estaremos en la luz. La vida produce luz. Si no participamos y disfrutamos a Cristo como nuestro suministro de vida estaremos en tinieblas. Cuando somos llenos del suministro de vida de Cristo, tenemos la luz. El disfrute del suministro de vida nos dará la luz.

Algunas personas reciben luz cuando leen la Biblia, pero esto depende, en cierto grado, del disfrute de vida. Cuanto más vida tengamos, más luz recibiremos de la Biblia. Cuanto más crezcamos y maduremos en vida, más luz recibiremos. La luz depende del crecimiento en vida. Y cuanto más disfrutamos a Cristo como nuestro suministro de vida más luz tendremos.

Quemar el incienso requiere la luz y para tener luz necesitamos el suministro de vida. Para poder quemar el incienso de una forma apropiada, necesitamos la luz, pero para tener luz necesitamos la vida. Necesitamos aprender a alimentarnos de Cristo como el pan de la proposición, que es el suministro de vida. Esto no es simplemente recibirlo una sola vez, sino debemos nutrirnos de El continuamente, día tras día. Nunca nos podemos graduar de alimentarnos de Cristo. Debemos comer continuamente de El para recibir el suministro de vida, y esto se convertirá en luz. La vida es la luz, la cual es necesaria para quemar el incienso a Dios. Quemar el incienso depende de la luz y la luz depende del suministro de vida.

(Sacerdocio, El, capítulo 17, por Witness Lee)