Sacerdocio, El, por Witness Lee

DOS MINISTERIOS BASICOS

En este capítulo veremos los tres ministerios principales de la economía de Dios: el sacerdocio, el reinado y el ministerio profético. Los dos primeros son los ministerios básicos, mientras que el último es secundario. La función de los profetas ayuda al sacerdocio y al reinado, pero éstos nunca le ayudan al ministerio profético.

El hombre fue creado a la imagen de Dios y le fue encomendada la autoridad de Dios. La imagen y la autoridad de Dios son los dos fines principales de la creación del hombre. ¿Cuál de los tres ministerios está relacionado con la imagen de Dios y cuál con la autoridad divina? Creo que es de dominio común que el sacerdocio está relacionado con la imagen de Dios y que el reinado tiene relación con Su autoridad.

Entonces, ¿cuál es la función de los profetas? Ellos solamente desempeñan la función de enseñar e instruir. Si no sabemos conducirnos como sacerdotes, necesitamos que los profetas nos enseñen, y si no sabemos portarnos debidamente como reyes, es menester que los profetas nos instruyan, lo cual vemos en el caso de David, quien necesitó la ayuda de Natán.

Por nacimiento somos sacerdotes y reyes, puesto que somos hijos de Dios. ¿Comprendemos verdaderamente que somos sacerdotes y reyes? Lo somos por el simple hecho de haber nacido de Dios. Ahora bien, ¿somos profetas por nacimiento? No. Nacimos como sacerdotes y reyes, mas no como profetas. Como hijos de Dios, tenemos la condición innata de ser sacerdotes y reyes. Pero debemos anhelar ser profetas (1 Co. 14:1). Mediante la redención, el Señor nos hizo sacerdotes y reyes; por lo tanto, todos los creyentes son sacerdotes y reyes, aunque no todos son profetas.

El sacerdocio y el reinado son los dos ministerios básicos, mientras que el ministerio profético es temporal, ya que está limitado a la esfera del tiempo y no se halla en la eternidad. Cuando estemos en la Nueva Jerusalén, allí estarán el sacerdocio y el reinado, pero el ministerio profético terminará, debido a que su propósito es sólo temporal.

(Sacerdocio, El, capítulo 3, por Witness Lee)