Economía neotestamentaria de Dios, La, por Witness Lee

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EL ESPIRITU COMO EL MANTO

Elías fue un hombre que recibió autoridad de Dios para controlar el tiempo (1 Reyes 17:1; 18:41-45). El libro de Jacobo nos dice que Elías oró para que no lloviera y no llovió sobre la tierra por tres años y medio. Luego Elías volvió a orar y llovió (Jac. 5:17-18). Elías tenía un manto, y esa pieza de vestidura era su uniforme, su autoridad, para controlar los cielos para la administración de Dios. Tenía el poder de Dios, y ese poder estaba en su manto. Eliseo se dio cuenta de que él necesitaba el manto de Elías para llevar a cabo la administración de Dios. Cuando Elías ascendió a los cielos, su manto fue transferido a Eliseo (2 R. 2:12-15). Por lo tanto, Eliseo heredó el poder y autoridad que estaba en el uniforme de Elías.

Si un hombre se viste de uniforme de policía, todos debemos respetarle. Realmente, nuestro respeto es por su uniforme. Su uniforme es su poder y su autoridad porque representa a la administración de su gobierno. El Señor ordenó a los discípulos que esperaran en Jerusalén hasta que tal manto, tal uniforme, descendiera sobre ellos. Entonces todos serían investidos del uniforme celestial, el cual es el poder desde lo alto. Después de que oraron por diez días, este manto bajó del cielo y todos recibieron el uniforme. Este manto, este poder desde lo alto, fue el Cristo ascendido y exaltado derramado sobre ellos.

(Economía neotestamentaria de Dios, La, capítulo 7, por Witness Lee)