EL ESPIRITU DEL DIOS VIVIENTE
COMO LA TINTA QUE INSCRIBE
En 2 Corintios 3:3 vemos al Espíritu del Dios viviente como la tinta que inscribe. Antes de que se inventaran los bolígrafos, la gente que escribía con tinta tenía que volver a llenar frecuentemente su plumafuente. En aquel entonces, al usar una plumafuente, algunas veces se me olvidó volver a llenarla. A veces, cuando empecé a usarla para escribir algo, no quedaba nada escrito porque la pluma no tenía el elemento de la tinta. De hecho, el Espíritu transformador es la tinta que inscribe. Dios está inscribiendo a Cristo dentro de nuestro ser, que es como una hoja de pergamino. En los tiempos antiguos no tenían papel, así que usaban pergamino. Debe darse cuenta de que usted es como una hoja de pergamino y que Dios está inscribiendo a Cristo dentro de su ser. Sin embargo, este inscribir necesita algún elemento, y este elemento es el Espíritu transformador. El Espíritu transformador es la tinta que inscribe, la cual Dios usa como elemento para escribir a Cristo dentro de su ser. Dios está escribiendo a Cristo; no obstante, El necesita al Espíritu transformador como el elemento que escribe. De hecho y en realidad esta tinta que inscribe es Cristo mismo.
Cuanto más escribo yo con un bolígrafo, más tinta queda en el papel. Lo que yo haya escrito puede ser una composición, pero el elemento de esta composición es la tinta. Dios también está escribiendo a Cristo en nuestro ser. El elemento de Su escribir es el Espíritu del Dios viviente como la tinta que inscribe. El Espíritu transformador es el elemento, o sea, la realidad, de Cristo. Dios escribe a Cristo dentro de nosotros con el Espíritu transformador. El Espíritu transformador es el elemento con el cual Dios hace de Cristo una composición, con el cual Dios escribe Cristo. Por lo tanto, la composición de Cristo se hace completamente con el Espíritu, y el Espíritu es el elemento de la composición de Cristo.
¿Qué es lo que queda en el papel después de escribir? Con respecto al elemento, lo que queda es la tinta, es decir, el Espíritu del Dios viviente. Con respecto a la composición, lo que queda nos dice algo, y este algo es Cristo. Por lo tanto, la tinta que escribe es el elemento de Cristo. Segunda Corintios 3:17 indica que Cristo es el Espíritu. Cada día el Espíritu transformador está siendo escrito en nuestro ser como un elemento y ello manifiesta a Cristo. La tinta es Cristo y también es el elemento de Cristo. Por lo tanto, el Espíritu que inscribe, el cual es el Espíritu transformador, es el elemento mismo de Cristo, aun Cristo mismo. Todo esto es para la transformación. Mientras Dios está escribiendo con el Espíritu que inscribe, nosotros estamos siendo transformados.
(EconomÃa neotestamentaria de Dios, La, capítulo 13, por Witness Lee)