Economía neotestamentaria de Dios, La, por Witness Lee

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EL SABOR DE LAS OBRAS DE PODER DEL SIGLO VENIDERO

El disfrute de Cristo

Hebreos 6:4-5 dice: “Los que...gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero”. En este versículo podemos ver claramente que los creyentes, después de gustar del don celestial y ser hechos partícipes del Espíritu Santo, han gustado de dos categorías de cosas: la buena palabra de Dios y las obras de poder del siglo venidero. En Hebreos la Palabra de Dios es de dos categorías. “La buena palabra” mencionada en el 6:5 es “la palabra de los rudimentos de Cristo” (lit., 6:1). La palabra de justicia (5:13), sin embargo, corporifica la verdad más profunda de la rectitud y justicia de Dios en sus tratos dispensacionales y gubernamentales con Su pueblo. En todo el libro de Hebreos, la buena palabra se refiere a Cristo en Su ministerio terrenal, incluso Su encarnación, Su vivir humano, Su crucifixión y Su resurrección; y la palabra de justicia se refiere a Cristo en Su ministerio celestial, y abarca Su ascensión, Su exaltación y todas Sus realizaciones y logros en Su exaltación. El propósito del libro de Hebreos era el de ayudar a los creyentes hebreos a pasar de la buena palabra a la palabra de justicia, a proseguir del disfrute de Cristo en Su ministerio terrenal al disfrute de Cristo en Su ministerio celestial y de esta manera a disfrutar al Cristo que abarca todo y que es todo-inclusivo.

El libro de Hebreos da énfasis al Cristo celestial en los cielos (1:3). La palabra de justicia concerniente a tal Cristo es para los maduros (5:13-14). Esta clase de palabra se considera como comida sólida, pero la buena palabra, la cual se considera como leche, es para los niños. Tanto la leche como la comida sólida se refieren al Cristo todo-inclusivo. Nuestro disfrute primario que tenemos en el Cristo todo-inclusivo en la época neotestamentaria es como la leche y como la comida sólida. En el recobro del Señor lo principal es recobrar el disfrute perdido del Cristo todo-inclusivo. Le disfrutamos en Su ministerio terrenal, y también le disfrutamos en Su ministerio celestial: le disfrutamos como el Cristo todo-inclusivo en Su Persona todo-inclusiva y en Su obra todo-inclusiva. Le vemos en Su obra terrenal, y le vemos también en Su obra celestial. Este es el disfrute divino, el disfrute espiritual, el disfrute principal y el disfrute máximo de la época neotestamentaria.

Un disfrute secundario

Para que nuestro Dios lleve a cabo Su economía neotestamentaria, hay también la necesidad de obras milagrosas, los milagros, tales como sanar las enfermedades, echar fuera demonios, consumir el veneno mortífero, controlar al diablo, lo cual se muestra en tomar serpientes en las manos, y hablar en lenguas para disminuir las diferencias, las separaciones y las divisiones de la humanidad. Estas son cosas milagrosas y sobrenaturales que se manifestarán plenamente en el milenio venidero, la época por venir. Isaías 11 y 65 y Apocalipsis 20 nos dan un panorama claro del milenio venidero. Durante esos mil años, los que vivirán en esta tierra no serán salvos a manera de la regeneración, sino que todos ellos serán restaurados a su condición original creada por Dios.

Debido a la caída del hombre, toda la creación se volvió vieja. Todo empezó a ir cuesta abajo, a decaer, y se introdujeron la enfermedad y la muerte. Debido a la caída, los demonios empezaron a trabajar entre los hombres, y todos los idiomas divisorios entraron a Babel. Toda la raza humana fue dañada y arruinada, y toda la vieja creación se corrompió. El principio de la vieja creación y la raza humana caída es el de descender, decaer, arruinarse, corromperse y enfermarse y morir. Todas las cosas malas son prevalecientes. Cuando venga el milenio, sin embargo, todo será restaurado. Las enfermedades serán sanadas, la muerte será consumida, los demonios serán castigados, Satanás será atado y los idiomas divisorios serán quitados. Esta será una época de restauración, una época de restitución, como lo profetizó el Señor Jesús en Mateo 19:28. Hechos 3:21 también se refiere a este tiempo de restauración. Los creyentes, después de ser bautizados en el Espíritu de poder dentro de una esfera nueva, son introducidos, con el poder y la autoridad de la Cabeza exaltada, en el sabor anticipado de esta restauración venidera, de modo que nosotros podemos echar fuera demonios, hablar en nuevas lenguas, tomar serpientes en las manos, derrotar el veneno mortífero y sanar enfermedades. Esto se revela en Marcos 16:15-20. Hoy día en la vida de iglesia podemos tener un sabor anticipado así. Satanás y los demonios ya no tienen terreno entre nosotros, y la barrera del idioma ya no es problema. Ha sido vencida por medio del hablar todos la misma palabra de Cristo: la palabra concerniente a Cristo. También, estamos siendo sanados, y el veneno mortífero está siendo quitado. Todas las otras personas permanecen todavía en la vieja era, pero nosotros, los creyentes, quienes somos uno de verdad con el Cristo exaltado, hemos sido introducidos en un sabor anticipado de la época venidera. Esta clase de sabor del poder de la época venidera, sin embargo, es secundaria al disfrute del Cristo todo-inclusivo, el cual es el disfrute principal de los creyentes en la época neotestamentaria.

(Economía neotestamentaria de Dios, La, capítulo 9, por Witness Lee)