LAS BENDICIONES NEOTESTAMENTARIAS
Debido a nuestro entendimiento natural y nuestro deseo natural, atesoramos esta clase de sabor de las cosas milagrosas más que las bendiciones neotestamentarias. Debemos diferenciar entre las bendiciones neotestamentarias y las cosas milagrosas de la época venidera. La primera de las bendiciones del Nuevo Testamento es la regeneración (Jn. 3:3, 6; 1 P. 1:23). La regeneración es un nuevo nacimiento, no meramente una restauración o restitución. La segunda bendición que disfrutamos en el Nuevo Testamento es la vida divina (1 Jn. 5:11-12) y la naturaleza divina (2 P. 1:4). Debemos alabar y adorar al Señor que hemos recibido la vida y naturaleza de Dios. El Espíritu residente es otra bendición neotestamentaria (Ro. 8:9, 16). El Espíritu como la consumación máxima del Dios Triuno procesado vive en nosotros (Ef. 4:6; 2 Co. 13:5; Ro. 8:11). La transformación, la cual es el cambio metabólico de nuestro ser, es la cuarta bendición del Nuevo Testamento (2 Co. 3:18). Nuestro ser natural está siendo transformado en un ser divino no por medio de un cambio exterior, sino por medio de un cambio interior y metabólico por la vida divina. Otra bendición neotestamentaria es que nosotros, los seres humanos, podemos mezclarnos con Dios y unirnos a El como uno. Primera Corintios 6:17 dice: “El que se une al Señor, un espíritu es con El”. Finalmente, seremos como Dios y tendremos la misma imagen que la de Dios (1 Jn. 3:2), siendo cambiados de gloria en gloria (2 Co. 3:18) para entrar en la gloria de Dios (1 P. 5:10). La regeneración, la vida y naturaleza divina, el hecho de que el Dios Triuno vive en nosotros, la transformación, la mezcla de Dios con el hombre, la imagen de Dios y la semejanza de Dios, y la gloria de Dios son las bendiciones neotestamentarias. Todas estas bendiciones neotestamentarias son los productos del maravilloso ministerio terrenal y del excelente ministerio celestial del Cristo todo-inclusivo para nuestro disfrute hoy en día.
En contraste con las bendiciones neotestamentarias que podemos disfrutar en este siglo, hay los hechos de poder de la época venidera. Las bendiciones de milagros del siglo venidero incluyen echar fuera demonios, hablar en nuevas lenguas, tomar serpientes en las manos, sanar enfermedades y vencer al veneno mortífero. Debemos preguntarnos cuál categoría de bendiciones preferimos hoy, ¿las bendiciones neotestamentarias o las del siglo venidero?
Hoy día, la tragedia es que muchos cristianos nunca hayan recibido ninguna clase de visión de las maravillosas bendiciones neotestamentarias que podemos disfrutar en esta época. No tienen una visión del valor de la regeneración o de la vida y naturaleza de Dios. No saben nada del hecho de que el Dios Triuno vive en ellos, de la transformación, de la mezcla de Dios con el hombre, de la imagen de Dios, de la semejanza de Dios o de la gloria de Dios. Cuando muchos cristianos leen Marcos 16, no obstante, se emocionan. Todos los milagros exteriores han resultado ser cosas atractivas para muchos cristianos, tales como echar fuera demonios, hablar en lenguas, tomar serpientes en las manos, beber el veneno y todavía sobrevivir, y sanar las enfermedades. Muchos cristianos no tienen comprensión alguna de las bendiciones neotestamentarias sino que buscan las señales milagrosas y externas. Pero el Señor no se fiaría de los que buscaban milagros (Jn. 2:23-25). En Juan 3, sin embargo, Nicodemo, quien era un hombre de los fariseos, vino al Señor Jesús. El Señor Jesús no le sanó ni le hizo maravilla alguna, sino que le dijo que necesitaba ser regenerado, nacer de nuevo (v. 3). ¿Cuál es más precioso: la sanidad exterior y física o la regeneración interior? ¿Cuál atesoran ustedes? Puede ser que miles sean sanados pero que nunca reciban ninguna bendición espiritual.
(
EconomÃa neotestamentaria de Dios, La, capítulo 9, por Witness Lee)