EL HOMBRE TIENE LA IMAGEN DE DIOS
En Génesis 1 se nos dice que Dios creó todas las cosas según su especie: los peces según la especie de los peces y las aves según la especie de las aves. Todo ser viviente era según su especie y pertenece a su especie. Pero Dios creó al hombre a Su imagen y conforme a Su semejanza (vs. 26-27). Por lo tanto, el hombre es conforme a la especie divina. Puesto que el hombre fue creado a imagen de Dios, la imagen del hombre es la imagen de Dios; el hombre es una fotografía de Dios. Por ejemplo, si usted quiere que sus parientes me vean, pero no puede llevarme adonde ellos, entonces usted puede tomar una fotografía de mí y llevarla con usted. Aunque esta fotografía no es mi verdadera persona, hasta cierto punto puede mostrarles mi apariencia externa porque es una fotografía de mí. La Biblia nos dice que el hombre fue creado a la imagen de Dios. El hombre es igual a una fotografía tomada conforme a la semejanza de Dios.
Por un lado, la Biblia dice que Dios creó al hombre a Su imagen, pero, por otro, dice que Dios es invisible. Además, Colosenses 1:15 dice que Cristo es la imagen del Dios invisible. Dios es invisible pero Él tiene una imagen; esto es verdaderamente maravilloso. La imagen mencionada en la Biblia no se refiere a la apariencia externa, la cual es visible, sino más bien a la naturaleza interna, la cual es invisible. Por ejemplo, muchas veces decimos que un hijo se parece a su padre. Si el padre tiene cara redonda, el hijo también tiene carea redonda; si el padre tiene ojos y orejas grandes, entonces también el hijo tiene ojos y orejas grandes. Esto es un parecido externo. Otra clase de parecido es el parecido en naturaleza. Si el padre es manso y amable, también lo es el hijo; si el padre es de voz suave, también lo es el hijo. Dios creó al hombre a Su imagen; esta imagen no se refiere a la apariencia externa, sino a la naturaleza interna.
(Experiencia subjectiva que tenemos del Cristo que mora en nosotros, La, capítulo 5, por Witness Lee)