Experiencia subjectiva que tenemos del Cristo que mora en nosotros, La, por Witness Lee

Más extractos de este título...

EL VIVIR ES CRISTO

Pablo fue un buen modelo de uno que vivió conforme al espíritu, uno que vivió a Cristo. Él siempre permitía que Cristo fuese magnificado en su cuerpo bajo cualquier circunstancia, fuese tranquila o áspera, buena o mala, o por vida o por muerte (Fil. 1:20b). ¿Qué quiere decir esto? Esto significa que él ignoraba su mente, parte emotiva y voluntad, pero que se preocupaba únicamente por el espíritu en su interior, abriéndose siempre al espíritu. De este modo Cristo fue expresado por medio de su vivir y fue magnificado en su cuerpo. Primero Cristo entró en él, y luego Cristo fue expresado por medio de su vivir. Cristo era manifestado en su vivir, y de ese modo era magnificado. Como resultado de ello, él pudo decir: “Porque para mí el vivir es Cristo” (v. 21a). Cuando Pablo vivía, su vivir era Cristo; ésta era su experiencia. Es por esto que quiero hablarles acerca de nuestra experiencia. Desde que hablé acerca de vivir a Cristo hace tres o cuatro años, muchas veces me han preguntado: ¿En qué consiste vivir a Cristo? Nosotros acuñamos la frase vivir a Cristo. La mayoría de los cristianos dirían vivir por Cristo, pero esta clase de afirmación no es adecuada. La palabra vivir en la frase vivir a Cristo es un verbo, no un adjetivo. Vivir a Cristo significa expresar a Cristo en nuestro vivir; por ende, el vivir es Cristo.

(Experiencia subjectiva que tenemos del Cristo que mora en nosotros, La, capítulo 1, por Witness Lee)