LA NECESIDAD TRIPLE QUE TIENE
EL HOMBRE TRIPARTITO
La Biblia nos dice que el hombre está compuesto de tres partes. Aparte del cuerpo, el hombre también tiene un alma; además, hay un espíritu dentro del alma. Tanto el alma como el espíritu del hombre son misterios. Es interesante cómo los chinos de la antigüedad formaron estos caracteres chinos traducidos “alma” y “espíritu”. El alma pertenece al grupo de caracteres que tiene como su radical la palabra demonio, mientras que espíritu pertenece al grupo de caracteres que tiene como su radical la palabra lluvia, grupo al cual también pertenece el carácter traducido “electricidad”. Esto insinúa que el espíritu es tan maravilloso como la electricidad, la cual es invisible pero de todos modos es muy real. Si un hombre recordara cuidadosamente su pasado con todas sus experiencias de forma callada y humilde, seguramente descubrirá que hay un espíritu en su interior.
También sabemos que cuando una persona satisface sus necesidades físicas de alimento, vestimenta, vivienda y transporte, todavía no se siente satisfecho en su interior. Por ende, él busca varias clases de entretenimiento y diversión para satisfacer su necesidad. Por ejemplo, admirar obras artísticas, escuchar música, leer libros, ver televisión y películas, y otros asuntos todos tienen como meta entretener el alma. En el griego, las palabras traducidas “alma” y “psicología” provienen de la misma raíz psujé. Por lo tanto, el alma es la parte psicológica a la que se hace referencia en la psicología, a lo cual también nos referimos frecuentemente como las cosas metafísicas, cosas que son invisibles y carecen de forma corporal.
Sin embargo, es posible que alguien no carezca nada en cuanto a alimento, vestimenta, vivienda y transporte; quizás él haya disfrutado de todos los tipos de entretenimiento y diversión que existen. Quizás él haya alcanzado el éxito y haya adquirido fama, y tal vez tenga muchos hijos y nietos. No obstante, cuando se acuesta para descansar en el silencio de la noche, en su parte más profunda muchas veces tiene una sensación de aburrimiento y vaciedad. Él aún siente que la vida humana es insípida. En lo profundo de su interior sigue habiendo un gran vacío que no puede ser llenado, así que aún no tiene satisfacción. Ésta es la verdadera condición de muchas personas en el mundo. Esta parte vacía en lo profundo del hombre es lo que la Biblia llama el espíritu humano. El hueco, el vacío, en la parte más profunda de los hombres es algo que no puede ser llenado por persona, cosa o asunto alguno en el mundo. Esto es una señal del hambre y la sed propios del espíritu humano. En la parte más profunda del hombre, en el espíritu del hombre, ciertamente hay una necesidad que no puede ser satisfecha por ninguna cosa física o psicológica en el mundo.
(Experiencia subjectiva que tenemos del Cristo que mora en nosotros, La, capítulo 2, por Witness Lee)