JUDAS: EL ESPÍRITU QUE ORA
Vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo. (Jud. 20)
Este versículo nos dice que el Espíritu que está en nosotros es un Espíritu que ora, así que nuestra oración también debe darse en este Espíritu que mora en nosotros.
En contraste, el versículo 19 dice: “Éstos son los que causan divisiones; los anímicos, que no tienen espíritu”. Los que no tienen espíritu son aquellos cuyos espíritus están sumidos en muerte y han perdido su eficacia. Ellos son anímicos, viven en el alma y andan según el alma, de modo que su espíritu no puede ser visto en ellos, ni en su vivir ni en sus acciones. Esto no significa que no haya espíritu en ellos; más bien, quiere decir que ellos no parecen ser personas que tienen un espíritu. No obstante, nosotros debemos orar en el espíritu. Hoy este Espíritu que ora permanece en nuestro espíritu, así que debemos vivir en el espíritu. Por tanto, el Espíritu revelado en Judas es el Espíritu que ora.
Vemos que las epístolas de Pablo, Jacobo, Pedro, Juan y Judas hablan acerca del Espíritu. Éstos fueron los únicos cinco hombres que escribieron las Epístolas, y todos ellos hablaron acerca de este Espíritu. Esto nos muestra cuán importante es este asunto. Incluso Judas, quien escribió solamente un capítulo, también menciona enfáticamente que necesitamos orar en el Espíritu y no ser como los que viven meramente en el alma sin ejercitar el espíritu. Que Dios verdaderamente nos ilumine hasta que también consideremos este asunto con la misma importancia que ellos le dieron.
(
Espíritu en las epístoles, El, capítulo 11, por Witness Lee)