LA LEY Y CRISTO
A fin de saber lo que significa la excelencia del conocimiento de Cristo, es necesario que veamos que la principal comparación que se hace en el capítulo 3 es entre la ley y Cristo. El versículo 5 dice: “En cuanto a la ley, fariseo”, y el versículo 6 añade: “En cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, llegué a ser irreprensible”. En estos dos versículos la frase en cuanto aparece tres veces: en cuanto a la ley, en cuanto a celo y en cuanto a la justicia que es en la ley. Luego, en los versículos 7 y 8 Pablo usa estas tres expresiones: por amor de Cristo, por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús y por amor del cual [Cristo]. Así que, en el versículo 5 Pablo dice: “En cuanto a la ley”, pero en el versículo 7 dice: “Por amor de Cristo”. En esto vemos el contraste entre la ley y Cristo.
Una segunda comparación se hace entre el celo por la ley y el conocimiento de Cristo. La tercera comparación es entre la justicia que es en la ley y la justicia procedente de Dios basada en la fe. Sin embargo, el punto central de estas tres comparaciones es la comparación entre la ley y Cristo. El conocimiento mencionado en el versículo 8 no es el conocimiento de la ley, sino el conocimiento de Cristo. Este conocimiento es excelente debido a que Cristo es excelente.
¿Cree usted todavía que la ley es excelente? Si dice que no, le diría que compare la ley del Antiguo Testamento con la ley del Imperio Romano. Si hace esta comparación, verá que la ley del Antiguo Testamento es excelente, puesto que supera la ley romana. Pero si compara la ley del Antiguo Testamento con Cristo, verá que ésta no tiene excelencia alguna.
(Experiencia que tenemos de Cristo, La, capítulo 7, por Witness Lee)