TRES ASUNTOS POSITIVOS
Como hemos visto, en el versículo 2 se mencionan tres asuntos. De igual manera, en el versículo 3 también se nos habla también de tres asuntos: servir por el Espíritu de Dios, gloriarnos en Cristo Jesús y no tener confianza alguna en la carne. Estos tres asuntos están en contraste con las tres cosas mencionadas en el versículo 2. En el versículo 3 Pablo dice que nosotros somos la circuncisión. Esto significa que nosotros, los creyentes de Cristo, somos la verdadera circuncisión. Como tales, nosotros servimos por el Espíritu de Dios. Servir por el Espíritu de Dios está en contraste con los perros. Además, nosotros nos gloriamos en Cristo Jesús. Gloriarnos en Cristo está en contraste con los malos obreros. Por último, no tenemos confianza en la carne; y no tener confianza en la carne es lo contrario de la circuncisión. Debido a que nosotros contactamos a Dios y lo servimos por medio de Su Espíritu, no somos perros, y debido a que estamos en Cristo y nos gloriamos en Él, no somos rebeldes ni malos obreros. No sólo hemos creído en Cristo y le hemos recibido, sino que además estamos totalmente en Él. Cristo no es solamente nuestro Salvador, sino también nuestra vida. Por consiguiente, en lugar de estar en rebeldía, estamos en Cristo. No somos rebeldes, somos Cristo-hombres.
Asimismo, no tenemos confianza alguna en la carne. La circuncisión que practican los judíos está totalmente relacionada con la carne. Los judíos confían en la carne y en lo que ellos son en la carne. Nosotros, por el contrario, no tenemos confianza alguna en la carne. La carne representa todo nuestro ser natural. Según la Biblia, los seres humanos caídos están en la carne. Ya sea que amemos u odiemos, robemos u ofrendemos, estamos en la carne. No debemos pensar que los que roban un banco están en la carne, mas los que hacen donaciones a entidades de beneficencia no están en la carne. Es posible que los que dan generosamente estén más en la carne que los que roban, y que los que aman estén más en la carne que los que odian. Asimismo, los que son humildes pueden ser más carnales que los que son orgullosos. Puesto que somos seres humanos caídos, no somos más que carne. Algunas personas pueden ser muy bondadosas, pero, a los ojos de Dios, incluso su bondad es la carne detestable. Muchos cristianos se consideran personas competentes e inteligentes. Sin embargo, todo lo que procede de nuestro ser natural, incluso nuestra capacidad o inteligencia, no es otra cosa que la carne. Por lo tanto, no debemos tener ninguna confianza en la carne.
Nosotros somos aquellos que servimos a Dios por el Espíritu de Dios, nos gloriamos en Cristo y no confiamos en la carne. Nos cuidamos de los perros, y servimos por el Espíritu de Dios. Nos cuidamos de los malos obreros, y nos gloriamos en Cristo. Nos cuidamos de los mutiladores del cuerpo y no tenemos confianza alguna en la carne.
(Experiencia que tenemos de Cristo, La, capítulo 6, por Witness Lee)