Experiencia que tenemos de Cristo, La, por Witness Lee

SER “PERROS” A LOS OJOS DE DIOS

No adore a Dios en su vida natural. Pablo llama perro a todo aquel que haga esto. Un perro es alguien que trata de adorar a Dios aparte del Espíritu Santo. Si vemos esto, tendremos temor y oraremos así: “Señor, ten misericordia de mí. Cuando ore, no quiero ser un perro, alguien que ora en sí mismo”.

Algunos se preguntarán cómo alguien puede orar a Dios y, aun así, ser un perro a los ojos de Dios. ¿Acaso usted nunca ha acusado a otros ante Dios en sus oraciones? En el pasado yo hice esto muchas veces. Mientras oraba, acusaba a otros. Orar de esa manera definitivamente es no orar por el Espíritu de Dios. Cuando Saulo de Tarso perseguía a aquellos que invocaban el nombre de Jesús, ciertamente debió haber orado. Probablemente oró, diciendo: “Oh Dios, soy celoso por Ti y por Tu ley. Ayúdame a arrestar a todos los que invocan el nombre de Jesús”. La oración de Saulo era semejante a los ladridos de un perro. Por lo tanto, Pablo sabía lo que significaba que los religiosos judíos fueran perros, puesto que él mismo había sido uno de ellos. De hecho, él anteriormente había sido el “perro principal” de la religión judía. Al igual que Saulo de Tarso, muchas veces nuestras oraciones no son hechas por el Espíritu de Dios. Eso significa que nosotros también podemos ser perros que oran. Al escuchar esto, tal vez algunos digan: “No, yo soy un hijo de Dios. Cada vez que oro, yo oro a mi Padre celestial”. Sin embargo, la pregunta es por medio de qué ora usted, ora por su vida natural o por el Espíritu de Dios. Si ora por su vida natural, entonces es un perro. No debemos orar independientemente del Espíritu Santo, ni tampoco debemos adorar a Dios aparte del Espíritu de Dios. Debemos ser cuidadosos en cuanto a nuestra oración y adoración. Debemos orar y adorar no por medio de nuestra vida natural, sino por el Espíritu de Dios.

Cuando el Señor Jesús estuvo en la tierra, Él no se relacionó principalmente con los gentiles sino con los judíos. Más aún, Él habló principalmente con ellos en relación a su adoración a Dios. En una ocasión el Señor incluso los llamó víboras, lo cual es peor que perros (Mt. 23:33). No piense que mientras usted adore a Dios u ore a Dios todo estará bien. Todo estará bien únicamente si usted adora y ora por el Espíritu de Dios.

(Experiencia que tenemos de Cristo, La, capítulo 11, por Witness Lee)