LA OBRA CUÁDRUPLE DEL ESPÍRITU DE VIDA
EN ROMANOS
El Espíritu que liberta
Según el libro de Romanos, el Espíritu de vida está efectuando una obra cuádruple en nosotros, una obra de cuatro aspectos. Primero, el Espíritu de vida nos liberta, es decir, Él nos pone en libertad. Romanos 8:2 dice: “La ley del Espíritu de vida me ha librado en Cristo Jesús de la ley del pecado y de la muerte”. El Espíritu de vida en nosotros hoy nos pone en libertad todo el tiempo. Los cristianos hablan acerca de identificarse con la muerte de Cristo según Romanos 6. Luego, ellos aprenden a considerarse muertos (vs. 6, 11), y creen que es al considerarse muertos que ellos serán libertados del pecado. Sin embargo, esto no funciona. No somos libertados al considerarnos muertos; somos libertados en el Espíritu de vida. Cuando andamos en el Espíritu de vida, somos libertados. No hay necesidad de meramente intentar identificarnos con la muerte de Cristo o considerarnos muertos. Hace más de treinta años a menudo me consideraba de esta manera. A la postre, descubrí que esto sencillamente no funciona. Ser libertados no se trata de identificarnos o considerarnos muertos, sino de estar en el Espíritu de vida.
Además, el hecho de ser libertados no se encuentra en ninguna clase de doctrina. Ni siquiera se halla en la doctrina del Espíritu de vida. No es la doctrina ni la enseñanza lo que nos liberta; más bien, es el propio Espíritu de vida. Tenemos que andar y tener nuestro ser en el Espíritu de vida. Sea que alguien conozca esta doctrina o no, mientras él esté en el Espíritu de vida, se ha puesto en libertad. Podríamos comparar esto con la electricidad. Independientemente de si alguien conoce el poder de la electricidad o no, si él sencillamente toca la electricidad, será quemado. No es el conocimiento lo que nos liberta; es este Espíritu de vida. Por lo tanto, necesitamos orar, y no para que el Señor nos liberte; más bien, necesitamos orar hasta estar completamente en esta libertad, es decir, hasta estar completamente en el Espíritu que nos liberta. El Espíritu de vida nos liberta de toda clase de cautiverio. Cuando estamos en el Espíritu de vida, estamos en libertad.
(
Espíritu divino con el espíritu humano en la Epístolas, El, capítulo 2, por Witness Lee)