SER SALVOS EN VIDA POR CRISTO,
EL ESPÍRITU VIVIFICANTE
La justificación de los pecadores sólo se trata en la primera parte del capítulo 5 de Romanos. Luego de la justificación se efectúa algo más profundo y extenso, no por la muerte de Cristo, sino por Su vida. El versículo 10 del capítulo 5 dice: “Si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de Su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos en Su vida”. Fuimos reconciliados está en tiempo pasado, pero seremos salvos está en tiempo futuro. La reconciliación por medio de la muerte de Cristo ya ha sido efectuada, pero la salvación por Su vida aún está ocurriendo. Hemos sido reconciliados por Su muerte y ahora por Su vida estamos siendo salvos. No sólo somos salvos en Su vida, sino que el versículo 17 más adelante dice que podemos reinar en esta vida como reyes. Luego, 6:4 dice que andamos en novedad de vida y 7:6 dice que servimos a Dios en la novedad del espíritu. Ya que hemos sido reconciliados con Dios, cada vez más seremos salvos en Su vida, reinaremos como reyes en esta vida, andaremos en novedad de vida y serviremos en novedad del espíritu.
La vida, el Espíritu de vida, el Espíritu de Dios,
el Espíritu de Cristo y Cristo mismo
Romanos 6:4 habla acerca de la novedad de vida, y 7:6, de la novedad del espíritu. Tal parece que la vida y el espíritu son dos cosas distintas, pero el capítulo 8 las une. El versículo 2 usa el título el Espíritu de vida, y el versículo 10 dice: “Si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo está muerto a causa del pecado, el espíritu es vida a causa de la justicia”. Romanos menciona la vida, luego el espíritu y después el Espíritu de vida. No debemos pensar que el espíritu y la vida son dos cosas distintas; más bien, ellos son una sola cosa. El Espíritu es el Espíritu de vida, y nuestro espíritu es vida. Ser salvos por Su vida significa que somos salvos por el Espíritu de vida.
Los versículos del 9 al 11 nos dicen quién es este Espíritu de vida. Estos versículos dicen: “Vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene al Espíritu de Cristo, no es de Él. Pero si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo está muerto a causa del pecado, el espíritu es vida a causa de la justicia. Y si el Espíritu de Aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, Aquel que levantó de los muertos a Cristo vivificará también vuestros cuerpos mortales por Su Espíritu que mora en vosotros”. Según este contexto, el Espíritu de vida es el Espíritu de Dios, el Espíritu de Dios es el Espíritu de Cristo, y el Espíritu de Cristo es Cristo mismo. Además, este Cristo está en nosotros. Debemos subrayar o resaltar esta corta frase, Cristo está en vosotros, en el versículo 10.
A fin de leer la Biblia de la mejor manera, a veces debemos escoger las palabras importantes en un pasaje, escribirlas en un pedazo de papel aparte y considerarlas cuidadosamente. Todas estas frases de Romanos mencionadas anteriormente son muy significativas. Primero, tenemos la vida, luego el espíritu, el Espíritu de vida, el Espíritu de Dios, el Espíritu de Cristo y por último Cristo. El espíritu es vida, el Espíritu es el Espíritu de vida, el Espíritu de vida es el Espíritu de Dios, el Espíritu de Dios es el Espíritu de Cristo y el Espíritu de Cristo es Cristo mismo. Finalmente, Cristo mismo es vida (Jn. 14:6; Col. 3:4).
(
Espíritu divino con el espíritu humano en la Epístolas, El, capítulo 2, por Witness Lee)