Espíritu divino con el espíritu humano en la Epístolas, El, por Witness Lee

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PARTICIPAR DE LAS BENDICIONES DEL ESPÍRITU SANTO EN NUESTRO ESPÍRITU HUMANO

En este capítulo consideraremos diez puntos referentes al Espíritu en Efesios. Como introducción al libro de Efesios, 1:3 dice: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”. Todo lo contenido desde este versículo hasta el final del libro podría considerarse como una de las bendiciones espirituales. Las bendiciones con las cuales Dios ha bendecido la iglesia, el Cuerpo de Cristo, son bendiciones espirituales. Por tanto, ellas están en el Espíritu Santo y las deben aprehender en nuestro espíritu humano. Si estas bendiciones fueran físicas, si fueran bendiciones materiales, sería necesario disfrutarlas y experimentarlas en nuestro cuerpo físico. Igualmente, si fuesen bendiciones psicológicas, podríamos aprehenderlas al ejercitar nuestra alma: nuestra mente, parte emotiva y voluntad. Sin embargo, éstas son bendiciones espirituales, las bendiciones del Espíritu Santo. Ya que la naturaleza de todas estas bendiciones es espiritual, necesitamos ejercitar nuestro espíritu para aprehenderlas, disfrutarlas y participar de ellas en nuestro espíritu.

En ciertos versículos de Efesios, es difícil para los traductores de la Biblia discernir si la palabra espíritu se refiere al Espíritu Santo o a nuestro espíritu humano. En realidad, todas las bendiciones mencionadas en este libro son bendiciones espirituales del Espíritu Santo, las cuales podemos aprehender únicamente en nuestro espíritu. Éste es el principio establecido en Juan 4:24, que dice: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y con veracidad es necesario que adoren”.

(Espíritu divino con el espíritu humano en la Epístolas, El, capítulo 7, por Witness Lee)