BUSCAR EL PROGRESO EN LA VIDA DIVINA
En tercer lugar, todos los que sirven en el recobro deben buscar el progreso en la vida divina. Esto implica que primero necesitan esforzarse por conocer lo que es el Espíritu, Cristo, la vida divina, la cruz y la resurrección. Luego es necesario que experimenten todos estos elementos de manera práctica. Si ustedes ponen su empeño en esto, no les será difícil llevarlo a la práctica. Disponemos de muchos libros con respecto al conocimiento y la experiencia de vida. Si estos escritos hubieran estado disponibles sesenta años atrás, me hubiera sentido tan entusiasmado por dedicar todo mi tiempo a almacenar todas estas riquezas en mi ser. Lamentablemente, en aquel entonces no pude encontrar un solo libro que brindara alguna explicación, ni siquiera sobre la verdad tocante a la regeneración. Nosotros, sin embargo, hemos estudiado esta verdad en cuanto a la regeneración de manera exhaustiva. Por supuesto, recibimos ayuda por parte del hermano T. Austin-Sparks, quien dijo que la regeneración consiste en que uno recibe otra vida adicional a la que ya se tiene. Basados en esta palabra, logramos desarrollar este tema aún más. De todos los libros disponibles en la cristiandad actual, nuestros libros son los que explican con más claridad este tema de la regeneración.
Para buscar el progreso en vida, es imprescindible que estudien el libro titulado El conocimiento de la vida. Cuanto más lo lean, mejor. Después, deberán estudiar el libro titulado La experiencia de vida. Les recomiendo leer este libro cada dos años, y que de hecho practiquen lo que enseña con respecto a tomar medidas respecto a la vida divina y a aprender en vida. Estos dos libros contienen los mensajes que dí durante los entrenamientos celebrados en 1953 y 1954, los cuales aparecieron inicialmente en una serie en The Ministry of the Word [El ministerio de la palabra]. El hermano que escribió el prefacio expresó que a lo largo de las generaciones han habido muchas personas que hablaron y enseñaron sobre la vida, pero que ellos mismos no sabían lo qué era la vida y, mucho menos, lo qué era la experiencia de vida. Fui yo quien hice uso de un método científico para presentar íntegramente la enseñanza y la experiencia que muchas personas tuvieron al respecto a lo largo de las generaciones, además de presentar mis propias experiencias. Por tanto, espero que todos ustedes estudien estos libros con diligencia.
A ustedes no les entrenaré como lo hacía en el pasado. Puesto que ya tenemos a nuestra disposición las verdades más vastas y completas, no es necesario que les hable más de ello. Más bien, les enseñaré valiéndome de métodos de estudio de posgrado; es decir, ustedes estudiarán los libros de referencia, y después les daré un examen. Les bastará con recopilar todos los libros que hemos publicado desde los tiempos del hermano Nee hasta el presente, y estudiarlos rigurosamente uno por uno.
Hay algo que realmente me preocupa, y es que todos ustedes, los que están siendo entrenados, quieran hacer una obra especial. Esto verdaderamente compunge mi corazón. Yo laboré junto con el hermano Nee en la China por dieciocho años, y fui completamente uno con él. Hablé lo que él hablaba y prediqué lo que él predicaba; incluso imitaba sus gestos. No había ninguna diferencia entre él y yo. Cualquier persona puede testificar a mi favor que adonde yo iba, jamás hablé de otros temas, sino que les repetía a los hermanos y hermanas los mensajes dados por el hermano Nee. Me siento muy orgulloso de esto. Sin embargo, he notado que entre mis colaboradores no es ésta la situación; más bien, cada uno quiere tener sus propios “trucos nuevos” y “artimañas nuevas”, y no se dan cuenta de que son estas cosas nuevas las que retrasan la obra del Señor.
Nunca traté de hacer trucos ni artimañas, sino que, simplemente trabajé con todas mis fuerzas para comparar y estudiar la Biblia en las lenguas originales así como en chino y en inglés, y después seguí laborando hasta que descubrir las verdades básicas y como poder presentarlas. Espero que ustedes no traten de inventar cosas nuevas, sino simplemente absorban estas verdades básicas y enseñenlas debidamente. En cuanto a ir en pos de la vida divina, ¿hay acaso otros libros más básicos que El conocimiento de la vida y La experiencia de vida? ¿Conocen algún otro libro que hable con tanta claridad y transparencia como lo hace El conocimiento de la vida en el capítulo que trata de las tres leyes y las cuatro vidas? Estos libros son como las tablas de multiplicar; son tan básicos que no pueden ser reemplazados con un nuevo truco. Si usted le enseña a alguien a multiplicar, tiene que usar las tablas de multiplicar. No deben pensar que ya no necesitan enseñar las tablas porque ya otros las han enseñado. Esta clase de pensamiento verdaderamente me causa mucho dolor.
No tengo tiempo para hablarles nuevamente de estas cosas. Ustedes tienen que comprender que todos los elementos básicos se encuentran en los libros. Todo lo que tienen que hacer es estudiarlos cabalmente. Especialmente, deberán dedicar tiempo y energía para profundizar en estos dos libros: El conocimientode la vida y La experiencia de la vida. He decidido incorporar a las cuarenta y ocho lecciones del libro Lecciones de la verdad todos los puntos abarcados en estos dos libros. Espero que todos puedan perseverar en su búsqueda y progreso en la vida divina de una manera sólida.
(
Vasos útiles para el Señor, capítulo 3, por Witness Lee)