NECESITAMOS PROGRESAR
EN EL ESTUDIO DE LA VERDAD
Hoy en día en el siglo veinte todo está avanzando. Si bien no es posible mejorar la Tierra, otras cosas como los medios de transporte sí pueden mejorarse. Asimismo, aunque la Biblia no puede cambiar, nuestro conocimiento y estudio de la Biblia, como también nuestra interpretación de la verdad y su aplicación sí pueden mejorar. La Biblia ha sido la posesión de los cristianos por casi dos mil años, y la revelación contenida en ella ha progresado con el paso de los años. Hoy en día cuando venimos a estudiar la Biblia, si no conocemos cómo valernos de métodos avanzados para estudiar, nos quedaremos atrás y seremos anticuados.
Al emprender una tarea uno no debe ser conformista, apegándose a sus viejas costumbres y resistiéndose a enfrentar el progreso. Yo estaba en los Estados Unidos cuando leí un artículo que decía que la población de Taiwán era un tercio de la población de Francia, pero que aun así la productividad de la economía taiwanesa superaba a la de Francia. La razón de esto se debe al éxito del sistema educativo de Taiwán. En los últimos cuarenta años la mayor contribución del gobierno taiwanés para con sus habitantes ha sido la exitosa propagación del sistema educativo, lo cual lleva el intelecto de las personas a un nivel más alto e incrementa su capacidad. Por tanto, Taiwán se ha transformado por entero en una sociedad industrial. Asimismo, si verdaderamente queremos laborar para el Señor hoy en día, es imprescindible que elevemos nuestro nivel educativo. Si dejamos de avanzar, otros nos reemplazarán, y seremos eliminados.
Tengo la certeza de que dentro de dos o tres años tendremos más de mil santos sirviendo a tiempo completo. Debemos tener bien en claro que no podemos ser como los anticuados predicadores de la cristiandad, los cuales estudian un poco de teología y aprenden algo sobre la Biblia, y luego con ese conocimiento bíblico tan limitado salen a ser predicadores. Nosotros debemos esforzarnos por entrar en las profundidades de la Palabra. Hemos tenido un buen comienzo y hemos echado un buen fundamento en el recobro del Señor, todo lo cual será de gran ayuda para ustedes. No deben pensar que ya hemos concluido el estudio-vida de todo el Nuevo Testamento y que ésta es toda la revelación que se encuentra en la Biblia. No, el estudio-vida de la Biblia que hemos concluido es apenas el comienzo. Ya les mencioné que, si el Señor me diese otros veinte o treinta años, me gustaría escribir otra serie de estudios sobre el Nuevo Testamento. Esta labor, empero, tendré que dejársela a ustedes. Sin embargo, pienso que el material que ustedes disponen en el presente les bastará para comenzar tal labor. Lo que necesitan ahora es entrar en ese material y estudiarlo a fondo. Entonces ustedes podrán satisfacer las necesidades de esta era.
Hoy en día al predicar el evangelio en las universidades, podemos atraer fácilmente una multitud de estudiantes porque ellos gozan de una buena educación y reciben con facilidad el evangelio elevado, lo cual concuerda con la lógica y el razonamiento. Sin embargo, quizás no sea tan sencillo predicar el evangelio en las aldeas debido a que las personas allí no tienen mucho conocimiento y les hace falta más entendimiento. En cualquier caso, la búsqueda del conocimiento es un deseo que tienen todos los seres humanos. Si ustedes estudian las verdades bíblicas minuciosamente y después les presentan tales verdades a las personas, especialmente a los estudiantes universitarios, ellos apreciarán en gran manera lo que ustedes hablen. Por el contrario, si ustedes están escasos del conocimiento de la verdad, vuestra predicación del evangelio en las universidades no será efectiva. Por tanto, deben esforzarse por aprehender la verdad. Si hoy en día continúan laborando según la vieja manera; es decir, terminan el bachillerato, estudian dos años en los seminarios teológicos y después salen a laborar como predicadores, eso no dará resultados. Ésta es la manera anticuada, la cual no puede satisfacer las necesidades de esta era. Tienen que hacer un gran esfuerzo para estar firmemente equipados con la verdad. Ésta es la carga principal que siento por ustedes.
(Vasos útiles para el Señor, capítulo 1, por Witness Lee)