Vasos útiles para el Señor, por Witness Lee

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EL SERVICIO DE LOS QUE SIRVEN A TIEMPO COMPLETO CONSISTE EN REUNIRSE

En la vida de iglesia ningún servicio debe entrar en conflicto con las reuniones, debido a que las reuniones son la labor de los que sirven a tiempo completo. Los demás santos simplemente asisten a las reuniones para participar, pero ustedes, los que sirven a tiempo completo, vienen a las reuniones para servir. Por tanto, tienen que estudiar cuál es la manera de ministrar a los demás, en las reuniones, aquello que ustedes han recibido de parte del Señor, como también como suplir las necesidades individuales de los santos. No estoy diciendo que tienen que ir y cuidar de todos los santos; simplemente cuiden de una sola persona. Semana tras semana deben cuidar de las personas individualmente, uno por uno. De esta manera, con el paso de los años el número de personas que estarán bajo su cuidado se incrementará espontáneamente. Si cada seis meses perfecciona a una sola persona, después de cinco o diez años habrán producido fruto al ciento por uno. Ésta es la perspectiva que debemos tener en la obra que realizamos.

Al laborar para el Señor no deben tratar de ser alguien grande; tampoco deben soñar con llegar a ser grandes predicadores que realizan campañas evangélicas donde conducen a cientos de miles de personas a la salvación. Éste no es necesariamente el camino dispuesto por el Señor. La manera del Señor consiste en salvar a las personas una por una. Él mismo dijo en la Biblia: “De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto” (Jn. 12:24). Un solo grano de trigo no puede producir cientos y millones de granos en un corto periodo de tiempo, sino que cada grano se multiplica, uno a treinta, otro a sesenta y otro a ciento por uno (Mt. 13:8, 23). Al multiplicarse en cierta medida los granos se van acumulando, y como resultado hay una gran abundancia de trigo. Hoy en día estoy muy contento porque más de cien de ustedes están sirviendo a tiempo completo. Sería maravilloso que cada uno de ustedes se reuniera con un grupo, para guiarlo y para laborar en ese campo con toda seriedad.

Ya llevamos ocho meses promoviendo los grupos pequeños, pero no hemos tenido éxito. En términos generales, esto se debe a que nadie sabe qué hacer, y por autocomplacientes dejamos pasar el tiempo, semana tras semana. Por tanto, hasta el día de hoy nos encontramos en una situación mediocre y ordinaria. Nada nuevo ha ocurrido. Si todos nosotros hubiéramos sabido cómo laborar para el Señor y nos hubiéramos esforzado por hacer un buen trabajo, entonces en los últimos ocho meses el número de los grupos pequeños se habría doblado al menos de cien a doscientos. Sin embargo, ésta no es la situación.

(Vasos útiles para el Señor, capítulo 2, por Witness Lee)