LA NECESIDAD DE SER ESTRICTOS
EN EL ENTRENAMIENTO DE TIEMPO COMPLETO
En este semestre del Entrenamiento de Tiempo Completo tenemos que ser estrictos. Debido a que el entrenamiento no ha sido lo suficientemente estricto, hemos sufrido daño durante veinte años. Esta vez espero que tengamos un comienzo completamente nuevo y estricto en el entrenamiento. Toda persona que ha servido en el ejército sabe que cuando se enlista en el ejército, pierde toda su libertad. Todos sus ejercicios y actividades son dirigidos por una sola voz de mando, y él es completamente cambiado de cabeza a pies, a fin de ser equipado de una manera nueva para recibir un entrenamiento militar estricto. Ningún ejército podría combatir en una batalla si no ha pasado por un riguroso entrenamiento. No se permite ningún descuido, porque la conducta impropia de una sola persona durante una batalla podría resultar en la destrucción de todo el ejército.
Les pedí que estudiasen cabalmente los tres libros de 1 Timoteo, 2 Timoteo y Tito antes de venir al entrenamiento. En 2 Timoteo 2:3-4 Pablo le dijo a Timoteo: “Sufre el mal conmigo como buen soldado de Cristo Jesús. Ninguno que sirve de soldado se enreda en los negocios de esta vida, a fin de agradar a aquel que le alistó como soldado”. El versículo 4 claramente indica que el requisito esencial que todo soldado debe cumplir es el de no enredarse en los negocios de esta vida.
Todo aquel que compite en una carrera procura vestirse de la forma más sencilla. Tal persona no desea llevar ningún peso innecesario que pudiera representar un enredo durante la carrera. Así le será más fácil terminar la carrera y recibir la corona. Igualmente, a fin de ganar una batalla, el soldado no debe darse el lujo de enredarse en los negocios y ocupaciones de esta vida. Puesto que ustedes han venido al entrenamiento, deben mantener la misma actitud que tienen los atletas que corren en una competencia y los soldados que luchan en el campo de batalla. Si no tienen esta clase de espíritu, les instaría a que regresen a sus trabajos.
En el mundo las personas pueden relajarse después de cumplir con su servicio militar. Sin embargo, nosotros como buenos soldados que sirven al Señor en la iglesia no nos hemos alistado meramente en un servicio preparatorio de dos años sino en un servicio que perdura por toda la vida. Por tanto, no deben pensar que podrán relajarse después de finalizar los dos años de entrenamiento. Recuerden, tienen que ser buenos soldados por el resto de su vida. A partir de hoy todos ustedes deben tener tal espíritu. Tienen que tomar una resolución ante el Señor y decirle: “Señor, me he alistado en Tu ejército para servirte como un buen soldado por el resto de mi vida”. En 1 Pedro 4:1 se nos dice que debemos armarnos con una mente dispuesta a sufrir. Todo soldado espera pasar por muchas dificultades. Ninguno que sirva como soldado espera tener una vida de placeres.
(Vasos útiles para el Señor, capítulo 5, por Witness Lee)