Comunión en cuanto a la urgente necesidad de los grupos vitales, por Witness Lee

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COMUNION PARA CONOCERNOS A FONDO UNOS A OTROS

En el entrenamiento acerca de los grupos vitales, el primer punto es la oración, y el segundo es la comunión. Todos debemos darnos cuenta de que hasta ahora ha habido muy poca comunión entre nosotros. Lo que hacemos es sólo vernos las caras. Por lo tanto, en cada reunión de grupo lo primero que debemos practicar es la comunión. En la práctica inicial de la comunión, usted deberá familiarizarse en detalle del estado de cada uno, su condición espiritual, y su situación actual en el Señor. Si es posible, tengan comunión en los grupos en cuanto a todo. Cuando estamos en comunión en los grupos debemos seguir al Espíritu que está en nuestro interior. Más aún, nuestra comunión debe ser viviente, orgánica y espontánea. Debemos conocernos a fondo en nuestra situación cotidiana.

Es posible que nos hayamos reunido con ciertos santos por años en la misma localidad sin conocer sus nombres ni el nombre de sus esposas. Esto no es comunión. Solamente estamos patinando sobre el hielo. Nunca hemos roto el hielo para llegar al fondo del agua. En las reuniones de grupo el tiempo de comunión debe primeramente romper el hielo y después quitarlo. Luego todos debemos sumergirnos en la corriente para conocernos a fondo. Esta es la verdadera comunión. Este es el verdadero amor. Si no nos conocemos unos a otros, no nos podemos amar. No podemos amar algo que no conocemos. Pero cuanto más nos conozcamos en la debida forma, más nos amaremos unos a otros.

Yo espero que el número en los grupos se duplique por lo menos en un año. Cuando un grupo se duplique, debe dividirse en dos grupos. Por lo tanto, en la primera fase de los grupos, todo debe servir como modelo. De no ser así, si somos fríos, aun si podemos salvar a alguno, éste será igual que nosotros. Si ocho fríos ganan a otros ocho fríos, la frialdad aumentará. Por lo tanto, debemos romper el hielo, quitarlo y tirarlo hasta que lleguemos al agua y nademos a tal grado que nos conozcamos bien unos a otros. Entonces, cuando ganemos a los nuevos, ellos serán igual que nosotros. De lo contrario, la iglesia no tendrá forma de continuar. Necesitamos conocernos unos a otros; para amarnos unos a otros.

(Comunión en cuanto a la urgente necesidad de los grupos vitales, capítulo 9, por Witness Lee)