LA NECESIDAD DE REGENERACION, TRANSFORMACION
Y CONFORMACION PARA SER UNA NUEVA CREACION
La revelación básica del Nuevo Testamento es que nosotros los descendientes de Adán, no importa si somos pecadores o justos, buenos o malos, no somos más que una vieja creación. Si usted es bueno o malo, de todos modos necesita ser regenerado. Aun si nosotros no fuésemos pecadores, igualmente necesitaríamos ser regenerados. Muchos tienen el concepto de que necesitamos ser regenerados porque somos malos. Pero todas las personas, sean buenas o malas, necesitan ser regeneradas.
En Génesis 2 vemos dos árboles: el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal (v. 9). Esto demuestra que el bien no pertenece a la vida. El bien pertenece a Satanás. La intención de Dios no es tener un hombre bueno; Su intención es producir un hombre nuevo a partir del viejo hombre. Por eso es que necesitamos renacer, es decir, ser regenerados con la vida divina. El concepto básico de la revelación neotestamentaria es que necesitamos ser una nueva persona.
Nicodemo era una persona moral y de clase alta, que consideraba a Cristo como un maestro que había venido de parte de Dios (Jn. 3:2). Esto quiere decir que él posiblemente pensó que necesitaba mejores enseñanzas para poder mejorar. Pero el Señor Jesús le respondió: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (v. 3). Nacer de nuevo significa renacer, lo cual es ser regenerado con la vida divina, una vida diferente a la vida humana recibida por medio del nacimiento.
Después de nacer de nuevo, aún tenemos mucho de la vieja creación; así que la Biblia pasa a mostrarnos que después de ser regenerados necesitamos ser renovados (Ef. 4:23; Ro. 12:2; 2 Co. 4:16). En 2 Corintios 3:18 se nos muestra que mientras contemplamos al Señor a cara descubierta, somos transformados a Su imagen. Romanos 8:29 nos dice que necesitamos ser conformados a la imagen del Hijo primogénito de Dios. El es totalmente diferente del hombre natural, de nosotros. Necesitamos ser renovados, transformados y, finalmente, conformados a la imagen de Cristo. Después de ser regenerados, tal vez amemos al Señor y le busquemos. Tal vez seamos muy religiosos, piadosos y aun devotos, pero seguimos en la vieja creación. Todos necesitamos ser regenerados, transformados y conformados a la imagen de Cristo.
(Comunión en cuanto a la urgente necesidad de los grupos vitales, capítulo 15, por Witness Lee)