Comunión en cuanto a la urgente necesidad de los grupos vitales, por Witness Lee

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LA LIBERACION DEL ESPIRITU SANTO Y LA PARTICIPACION DEL DERRAMAMIENTO DEL ESPIRITU DE PODER

La liberación del Espíritu nos lleva al derramamiento del Espíritu. Tenemos que orar ejercitando nuestro espíritu para que el Espíritu Santo sea liberado. Si nosotros no ejercitamos nuestro espíritu, el Espíritu Santo permanecerá encerrado y encarcelado dentro de nuestro ser. El no tendrá forma de salir porque lo habremos atrapado. Nosotros creímos en el Señor Jesús, recibimos al Espíritu, y el Espíritu entró en nosotros. Pero cuando el Espíritu entró en nosotros, El entró en una cárcel. Lo tenemos encarcelado. Ahora debemos ejercitar nuestro espíritu para liberarlo. Cuando ejercitamos nuestro espíritu, le abrimos la puerta al Espíritu Santo. Hoy en día el Espíritu Santo no tiene la llave; nosotros la tenemos. El problema no reside con el Espíritu Santo. Nosotros necesitamos orar ejercitando nuestro espíritu para que el Espíritu Santo sea liberado.

Esto tiene que ver con la participación del derramamiento del Espíritu de poder. El Espíritu Santo primeramente es el Espíritu esencial, el Espíritu de vida. Segundo, el Espíritu Santo es el Espíritu derramado como el Espíritu económico de poder. Necesitamos participar del derramamiento del Espíritu de poder, que es el poder de lo alto y el impacto dinámico. El poder de lo alto es el verdadero impacto dinámico, y éste se obtiene al ejercitar nuestro espíritu para que el Espíritu Santo, el Espíritu de vida, el Espíritu esencial, pueda ser liberado. La liberación del Espíritu Santo nos llevará a participar del derramamiento del Espíritu de poder. El derramamiento del Espíritu de poder como poder de lo alto y como impacto dinámico tiene como fin que el evangelio sea predicado y que Cristo sea ministrado a otros.

Necesitamos ver que el Espíritu divino, que es uno solo, tiene dos aspectos: el aspecto interior y el aspecto exterior, el lado esencial y el lado económico. El lado esencial corresponde al Espíritu que mora en nosotros y es nuestra esencia espiritual, nuestra vida espiritual, y nuestra persona espiritual. El mismo Dios Triuno como el Espíritu es la misma esencia y base de nuestra vida espiritual. Basados en esto, podemos participar del derramamiento del Espíritu de poder, quien es el Espíritu económico para la economía de Dios. El Espíritu está por dentro para nuestra esencia; el Espíritu está por fuera para la economía de Dios. El Espíritu que está por fuera está con nosotros debido a que El es el Espíritu esencial de vida dentro de nosotros. Puesto que hemos sido regenerados, tenemos el primer aspecto del Espíritu dentro de nosotros como base. Basados en esto, cuando ejercitamos nuestro espíritu, el Espíritu esencial es liberado, y esto nos guía al disfrute del derramamiento del Espíritu de poder. Este Espíritu derramado es el impacto para nuestra predicación y para nuestro ministerio.

Oraremos por medio del ejercicio de nuestro espíritu para liberar al Espíritu Santo

Ya que hemos sido regenerados, necesitamos comprender que la Biblia manda que hagamos una cosa importante, y ésta es que oremos, porque orar es liberar el espíritu. Puede ser que nos preguntemos cuál espíritu liberamos: el espíritu humano o el Espíritu divino. Mi respuesta es ésta: cuando usted libera su espíritu humano, el Espíritu divino es liberado, porque estos dos espíritus ya no están separados; son uno solo. “El que se une al Señor, un espíritu es con él” (1 Co. 6:17). El Espíritu divino y el espíritu humano están ahora enteramente mezclados como un solo espíritu.

(Comunión en cuanto a la urgente necesidad de los grupos vitales, capítulo 13, por Witness Lee)