LOS PASOS SON TENER UNA COMUNION INTIMA,
ORAR Y VISITAR A OTROS EN LA PRACTICA
DE LAS REUNIONES DE GRUPO
Hoy, en la vida de iglesia a menudo suponemos que nos conocemos mutuamente. A decir verdad, yo no conozco a muchos de los hermanos. No sé el nombre de muchos de los santos. En algunos casos, sé el primer nombre, pero no el apellido. Tal vez sepa el nombre de algunos de los santos, pero no sé cuantos niños tienen. Esto demuestra el hecho de que no tenemos una comunión íntima y abierta los unos con los otros. Debemos tomar la carga de formar reuniones de grupo en una nueva manera. Primero, conforme a la guía del Señor, usted tiene que conseguir algunos compañeros. Usted y sus compañeros deben conocerse totalmente. Usted debe saber la edad de cada compañero, el nombre de su esposa, la cantidad y edad de sus hijos, a cuál escuela asisten, y demás. En otros mensajes he dicho que la primera cosa en la reunión de grupo es la comunión para que todos los miembros del grupo se conozcan mutuamente en una forma diaria.
Puede ocurrir que la esposa de cierto hermano esté enferma, pero no muchos de los hermanos estén enterados de esto por no tener la comunión en una reunión de grupo. Si estuviéramos en una reunión de grupo, la primera cosa que yo preguntaría sería cómo están los demás miembros del grupo. En el pasado encubríamos nuestra verdadera situación, sin permitir que otros supieran cuál era nuestra situación. Cubríamos nuestra situación y fingíamos ser otra cosa. Nos engañábamos a nosotros mismos por tal práctica, y también engañábamos a otros. Como resultado, no conocíamos la situación del otro. Suponíamos conocernos mutuamente; en realidad, estábamos separados. En esta clase de situación es imposible estar en unanimidad con un impacto verdadero. Era por esto que cuando salíamos a visitar a la gente, ellos podían descubrir fácilmente que no éramos uno. Para ser unánimes y tener el impacto, debemos conocernos mutuamente en una forma íntima por medio de la comunión.
Al formar un grupo, el primer paso es conseguir un compañero. El segundo paso es orar y tener comunión juntos a fin de conocerse mutuamente en una forma abierta e íntima. Usted puede orar: “Señor, ¿cuál es el próximo paso que Tú quieres que tomemos?”. Cuando usted le hace tal pregunta al Señor, le aseguro que El no le dirá que salga a visitar gente. Digo esto basado en mi estudio de la nueva manera en los pasados siete años y medio. Si usted se reunió con su compañero anoche, y se reúnen de nuevo esta mañana, lo primero que debe hacer es dejar que su compañero sepa lo que le sucedió a usted entre anoche y esta mañana. En esta manera, usted y su compañero mantienen un conocimiento abierto de uno para con el otro. Como resultado, serán uno, y habrá un verdadero amor y cuidado entre ustedes. Puede ser que el Señor los guíe a conseguir otros cuatro o cinco compañeros.
Después de esto, el Señor tal vez los lleve a orar por un tiempo. En ese tiempo no salgan; sólo oren. Después de orar por dos semanas, puede ser que estén listos, y el Señor tal vez los guía a visitar a la gente. Durante el período de oración, deben orar, pidiéndole al Señor que los guíe a los que deben visitar. El Señor puede guiarlos a estudiar no solamente sus propios parientes, vecinos, compañeros de clase, amigos y compañeros de trabajo, sino también a los conocidos cercanos de los otros miembros del grupo. El Señor les mostrará aquellos que necesitan ser visitados. Esto es tocar puertas cálidas. Al ir, no vayan por sí mismos o según su sentimiento. No deben ir conforme a su propia decisión; más bien, deben ir por el grupo. Cuanto mucho, podrían ir dos o tres del grupo, pero a fin de saber quién debería ir, necesitan estudiar a sus candidatos y orar.
(
Comunión en cuanto a la urgente necesidad de los grupos vitales, capítulo 3, por Witness Lee)