LA FORMACION DE GRUPOS NUEVOS
Para formar grupos nuevos se necesitará mucha oración y también mucho trabajo. Las denominaciones dependen de sus actividades y los pentecostales de su superstición de confiar en el Espíritu Santo. Ambos están equivocados. El apóstol Pablo vio al Señor mismo (1 Co. 2:9; 15:8) y también recibió al Espíritu (Hch. 9:17). El recibió más revelaciones divinas que cualquier otro apóstol. Por esta causa el Señor le dio un aguijón para que no fuese orgulloso (2 Co. 12:7). No obstante, en 1 Corintios 15:10 Pablo nos dijo que él trabajó mucho más que los demás apóstoles, y en Colosenses 1:28-29 él dijo que trabajó, luchando según la operación de Dios, la cual actuaba en él con poder. Las palabras griegas traducidas “trabajar” y “luchar” se usaron con referencia a los atletas que competían en los juegos olímpicos. Todos los atletas que compiten en los juegos deben trabajar y luchar. Pablo trabajaba, luchaba y competía para cumplir con su ministerio. Por lo tanto, no deberíamos pensar que es fácil formar un grupo. De hecho, no es fácil. El resultado de nuestro trabajo depende de cuánto laboremos. Si no laboramos, nada será producido.
Al buscar un compañero para formar un grupo, usted no debería elegir a alguien según su preferencia natural. En vez de eso, debería orar y esperar. Necesita orar por algunos días, incluso por una o dos semanas, esperando en el Señor para darle un compañero apropiado. Después de conseguir uno, ambos necesitan orar en unidad. Ustedes mismos necesitan orar en la apropiada intimidad espiritual y celestial. Luego, a fin de realizar las reuniones de grupo, necesitan otros cuatro o cinco miembros del grupo. Para elegir a estos miembros adicionales también se necesita oración y trabajo.
(Comunión en cuanto a la urgente necesidad de los grupos vitales, capítulo 4, por Witness Lee)