Comunión en cuanto a la urgente necesidad de los grupos vitales, por Witness Lee

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PRACTIQUEMOS LA MANERA ORDENADA POR DIOS Y AL MISMO TIEMPO CUIDAR NUESTRO TRASFONDO Y NUESTRA SITUACION ACTUAL

Tal vez creamos que es fácil formar grupos, pero en realidad no lo es. Es por esto que apenas empezamos a practicar las reuniones de grupos, aunque hemos estado hablando acerca de los grupos hace ya algún tiempo. Puede ser fácil tener contacto con otros santos y tener algunos compañeros, pero no es fácil formar un grupo y hacerlo eficaz para que pueda cumplir con las funciones de producir, alimentar y perfeccionar.

Además de esto, tenemos un trasfondo muy particular. El recobro ha estado con nosotros por más de setenta años. El Señor nos ha mostrado muchas cosas, y El nos ha pasado por muchas situaciones y experiencias variadas. No solamente tenemos este trasfondo, sino que ahora en el recobro hay más de mil doscientas iglesias en toda la tierra. No podemos seguir con la nueva manera como la hemos visto, y a la vez olvidar nuestro trasfondo y nuestra situación actual. Por un lado, debemos encontrar la manera de encargarnos positivamente de la formación de los grupos, y por otro, debemos encontrar la manera de prestar atención al trasfondo y a la situación actual.

En Anaheim hay una iglesia con aproximadamente trescientos miembros activos, esto incluye las reuniones de los santos de habla inglesa, de los de habla china y de los de habla española. Si somos absolutos y estamos dispuestos a consagrarnos al Señor para la nueva manera, y especialmente para dar este paso de formar grupos, y sin embargo olvidamos la situación actual, nos equivocamos. No podemos simplemente hacer a un lado la situación actual y empezar algo separado.

Nuestro trasfondo no es algo liviano ni superficial, pues por muchos años hemos prestado atención en buscar al Señor, conocerle, experimentarle, vivirle, crecer en El y permitirle que crezca y se magnifique en nosotros. Desde el mismo comienzo fuimos guiados por el Señor en este camino, y nunca nos hemos desviado de esta clase de búsqueda. Este es nuestro trasfondo espiritual. Además, tenemos un trasfondo mucho más profundo, y es que nos ocupamos de la economía de Dios para que todo lo que hagamos sea para la edificación de Su organismo, la iglesia. Dios desea tener una iglesia, y nosotros nos empeñamos en alcanzar Su meta. A muy pocos cristianos les importa la iglesia. A la mayoría sólo le importa su obra. Muchos cristianos usan métodos mundanos para promover y llevar a cabo su obra. Sin embargo, es imposible andar en el espíritu y a la vez estar envueltos con cosas mundanas. En Romanos 8:4 Pablo dijo que debemos hacer todo conforme a nuestro espíritu. Al estar comprometidos con prácticas mundanas es imposible estar conforme al espíritu. Otros grupos cristianos pueden tener grandes reuniones en las cuales usan atracciones mundanas para agradar a la gente. Esa es una actividad en la que no se presta atención a la espiritualidad. Nosotros no podemos hacer eso. Sí, queremos traer personas para crecer, pero no queremos engendrar hijos por incesto. No queremos producir amonitas ni moabitas (Gn. 19:30-38). Tal vez logremos salvar a otros al emplear medios mundanos, pero es probable que estos salvos sean como amonitas o moabitas. Ni a los amonitas ni a los moabitas les era permitido entrar a la santa congregación hasta la décima generación (Dt. 23:3).

Necesitamos aprender la lección. Por más de setenta años el Señor nos ha guardado de toda clase de contaminación y mancha. No podemos seguir rápida y fácilmente, porque debemos ocuparnos de la espiritualidad, la vida de iglesia, el terreno de la iglesia, la unidad del Cuerpo y muchas otras cosas. Por lo tanto, por un lado, debemos tomar la nueva manera, la manera ordenada por Dios, como el Señor nos lo ha revelado, y por otro, mientras continuamos avanzando debemos ocuparnos de nuestro trasfondo, de nuestra situación actual y de las muchas iglesias que hay por toda la tierra.

Después de mucha consideración ante el Señor, me sentí guiado por el Señor a la conclusión de que mientras nos estamos empeñando para tomar la nueva manera, no deberíamos cambiar la situación actual. No deberíamos cambiar nuestra manera presente de conducir las reuniones de niños, la obra con los jóvenes, la reunión de oración y las reuniones de grupos existentes. Sin embargo, aparte de cumplir todas las cosas de las iglesias locales existentes, los ancianos y colaboradores de tiempo completo pueden dedicar más tiempo en ayudar a los santos a tomar la nueva manera. Mientras ellos se esfuerzan en practicar la manera ordenada por Dios, deberían aún participar en todos los diferentes aspectos de la obra, incluyendo las reuniones de grupos existentes.

(Comunión en cuanto a la urgente necesidad de los grupos vitales, capítulo 4, por Witness Lee)